27 de mayo
CUAJINICUILAPA
Eduardo Añorve
Sin decir sus nombres, en el inicio masivo de su
campaña como candidato a la presidencia de Cuajinicuilapa, el huehueteco
Constantino García Cisneros acusó a adversarios políticos suyos que están
entregando despensas para los damnificados por los recientes sismos a cambio de
su voto, además de atribuirse indebidamente acciones y obras que se realizaron
en su periodo como alcalde, ante unos quinientos ciudadanos, el pasado domingo
17 en la plaza cívica de esta cabecera municipal.
“El hijo predilecto del municipio de Cuajinicuilapa”
[que no ha vivido en él desde que concluyó su periodo como presidente, hace 10
años], como lo apostrofó desmesuradamente su presentador en este acto de
proselitismo, dijo que su “proyecto va más allá de colores y de partidos”, y se
llamó “el próximo presidente de Cuaji”.
Y acusó, sin mencionar, taimado, al grupo Cruz Castro –donde
se formó no sólo políticamente sino como persona, y al cual abandonó para
buscar y obtener la diputación local– de desvío de recursos: “Ni las dádivas ni
el dinero ni las láminas ni la despensa que llegó para los damnificados del
temblor, que hoy quieren repartir para llegar nuevamente a la presidencia, nos
van a detener”.
Luego de definirse –“soy una gente de ustedes… no soy
un hombre de riquezas… soy un hombre que me siento satisfecho por no ser de
dinero… soy un hombre que no tiene dinero”, en contra del imaginario popular
local, que le atribuye la propiedad de un rancho en Calzada, comprado con
dineros públicos y donde él acostumbra a realizar sus fiestas–, aseguró que
“del otro lado ya empezaron a decir que, efectivamente, Tino tiene a la gente, pero que hay otro que tiene dinero”.
Y por tercera ocasión, al reunirse en la plaza cívica
de esta cabecera municipal, “la gente” que tiene García Cisneros no pudo
rebasar el número quinientos –a ojo de buen cubero– en una actividad
proselitista suya en este periodo, a pesar de que también estuvieron presentes
otros candidatos a presidentes y diputados, con sus acompañantes: su equipo ha
recurrido a colocar mesas y sillas en la plaza cívica, con el pretexto de la
comida, para que en la vista general la gente parezca abundante.
Luego de hacer promesas de obras para cumplir en su administración en caso
de ganar, García Cisneros se tiró un pedo de boca: “Ustedes saben que el primer
presidente de Cuaji que inició a pavimentar las calles de los pueblos está
frente a ustedes”; en realidad, quien comenzó con ello fue su antecesor, Andrés
Manzano Añorve.
También ofreció la rehabilitación de una carretera
que en estos días ya está rehabilitando el gobierno del estado, la
Cuajinicuilapa-Punta Maldonado.
Y “El hombre de resultados”, como se autonombró, ya
eufórico, siguió alabándose y elevándose, ensartando una que otra mentira de
campaña: “Construí, cuando fui presidente municipal, con recursos del
ayuntamiento, nuestro hospital básico comunitario, y todavía no le han ampliado
ni un solo centímetro”, olvidando a propósito que esos recursos fueron
destinados por el gobierno del estado, dirigido, eso sí, por su supuesto tío
René Juárez Cisneros.
Y volvió acusar a los Cruz Castro, que ahora
gobiernan y reparten las despensas: “…estos,
para darte una despensa” piden una copia de la credencial de elector, 10 pesos
y “el culo”, y aseguró que él, cuando sea presidente, va a regalar las
despensas y no va a pedir ni la copia, ni los diez pesos ni “la cool” –corrigiendo su anterior
expresión–,
“porque eso agravia a la gente que menos tiene”.
Después de los discursos, vino la barbacoa; antes,
entre jaloneos, se dieron las playeras, los vasos del recuerdo y las aguas.
Y llegó la música de La Luz Roja de San Marcos de
Peyta, con sus porras y zalamerías hacia “el candidato del pueblo”, el
huehueteco Constantino García Cisneros, pero ni ellos con su supuesta candela
pudieron calentar el ambiente, en un clima de tiempo de secas antes de la
lluvia.