jueves, 31 de mayo de 2012

Con acusaciones y mentiras, inicia campaña García Cisneros en Cuajinicuilapa


27 de mayo
CUAJINICUILAPA
Eduardo Añorve

Sin decir sus nombres, en el inicio masivo de su campaña como candidato a la presidencia de Cuajinicuilapa, el huehueteco Constantino García Cisneros acusó a adversarios políticos suyos que están entregando despensas para los damnificados por los recientes sismos a cambio de su voto, además de atribuirse indebidamente acciones y obras que se realizaron en su periodo como alcalde, ante unos quinientos ciudadanos, el pasado domingo 17 en la plaza cívica de esta cabecera municipal.
“El hijo predilecto del municipio de Cuajinicuilapa” [que no ha vivido en él desde que concluyó su periodo como presidente, hace 10 años], como lo apostrofó desmesuradamente su presentador en este acto de proselitismo, dijo que su “proyecto va más allá de colores y de partidos”, y se llamó “el próximo presidente de Cuaji”.
Y acusó, sin mencionar, taimado, al grupo Cruz Castro –donde se formó no sólo políticamente sino como persona, y al cual abandonó para buscar y obtener la diputación local– de desvío de recursos: “Ni las dádivas ni el dinero ni las láminas ni la despensa que llegó para los damnificados del temblor, que hoy quieren repartir para llegar nuevamente a la presidencia, nos van a detener”.
Luego de definirse –“soy una gente de ustedes… no soy un hombre de riquezas… soy un hombre que me siento satisfecho por no ser de dinero… soy un hombre que no tiene dinero”, en contra del imaginario popular local, que le atribuye la propiedad de un rancho en Calzada, comprado con dineros públicos y donde él acostumbra a realizar sus fiestas–, aseguró que “del otro lado ya empezaron a decir que, efectivamente, Tino tiene a la gente, pero que hay otro que tiene dinero”.
Y por tercera ocasión, al reunirse en la plaza cívica de esta cabecera municipal, “la gente” que tiene García Cisneros no pudo rebasar el número quinientos –a ojo de buen cubero– en una actividad proselitista suya en este periodo, a pesar de que también estuvieron presentes otros candidatos a presidentes y diputados, con sus acompañantes: su equipo ha recurrido a colocar mesas y sillas en la plaza cívica, con el pretexto de la comida, para que en la vista general la gente parezca abundante.
Luego de hacer promesas de obras para cumplir en su administración en caso de ganar, García Cisneros se tiró un pedo de boca: “Ustedes saben que el primer presidente de Cuaji que inició a pavimentar las calles de los pueblos está frente a ustedes”; en realidad, quien comenzó con ello fue su antecesor, Andrés Manzano Añorve.
También ofreció la rehabilitación de una carretera que en estos días ya está rehabilitando el gobierno del estado, la Cuajinicuilapa-Punta Maldonado.
Y “El hombre de resultados”, como se autonombró, ya eufórico, siguió alabándose y elevándose, ensartando una que otra mentira de campaña: “Construí, cuando fui presidente municipal, con recursos del ayuntamiento, nuestro hospital básico comunitario, y todavía no le han ampliado ni un solo centímetro”, olvidando a propósito que esos recursos fueron destinados por el gobierno del estado, dirigido, eso sí, por su supuesto tío René Juárez Cisneros.
Y volvió acusar a los Cruz Castro, que ahora gobiernan y reparten las despensas:  “…estos, para darte una despensa” piden una copia de la credencial de elector, 10 pesos y “el culo”, y aseguró que él, cuando sea presidente, va a regalar las despensas y no va a pedir ni la copia, ni los diez pesos ni “la cool–corrigiendo su anterior expresión–, “porque eso agravia a la gente que menos tiene”.
Después de los discursos, vino la barbacoa; antes, entre jaloneos, se dieron las playeras, los vasos del recuerdo y las aguas.
Y llegó la música de La Luz Roja de San Marcos de Peyta, con sus porras y zalamerías hacia “el candidato del pueblo”, el huehueteco Constantino García Cisneros, pero ni ellos con su supuesta candela pudieron calentar el ambiente, en un clima de tiempo de secas antes de la lluvia.

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