miércoles, 30 de enero de 2013

Identifican a mujer asesinada en El Pitahayo, y encuentran otros indicios


29 de enero
CUAJINICUILAPA, GRO.
EDUARDO AÑORVE

Gozo María Hernández Fuentes, de 36 años, es el nombre de la mujer que fue asesinada la tarde del domingo 27 de enero pasado en El Pitahayo (El Faro, 28 de enero de 2013), de acuerdo con información de la dirección de Seguridad Pública (SP) de Cuajinicuilapa, a cargo de Honorio Martínez Rodríguez.
Fotografía: Gozo María [Marijose] Hernández Fuentes
Según este funcionario, el pasado domingo, a las 16:50 horas se recibió una llamada telefónica de Gerardo Bernal Silva, comandante de la policía de El Pitahayo, informando sobre el hallazgo de un cuerpo femenino sin vida en El Cusuco, un paraje en la terracería que comunica esa comunidad con San Nicolás.
Ante ello, el propio director y varios policías preventivos acudieron al sitio, donde constataron esa información.
Minutos antes de las 20:00 horas también llegaron al sitio Wendy Trejo Rodríguez, Eréndira Jiménez Bustos, León Rodríguez Flores y Pedro Vázquez Arnulfo, agente del MP, perito en criminalística, médico legista y comadante de la Policía Investigadora Ministerial (PIM), respectivamente, para realizar las averiguaciones correspondientes.
Luego de ello se determinó que la asesinada tenía “nueve impactos en diferentes zonas del cuerpo, con entrada y salida”; allí mismo se encontraron 9 casquillos percutidos de un arma calibre 9 milímetros, y unos anteojos oscuros.
La asesinada vestía blusa color morado, ropa interior color amarillo, capri tipo mezclilla color azul y huaraches color café.
El cadáver fue llevado a la agencia del MP en Ometepec, donde fue identificado y reclamado por Teófilo Hernández Fuentes, quien dijo ser su hermano y que ella tenía 36 años y era originaria de Cruz Grande o Florencio Villarreal.
Gozo María Hernández Fuentes era sexoservidora, y se hacía llamar Marijose; había trabajado en Cuajinicuilapa por varios meses, donde se le vio la semana pasada.

Otros indicios encontrados
A unos cien metros del crucero de El Pitahayo, en su entronque con la carretera federal 200 Acapulco-Pinotepa Nacional, el mismo domingo, se encontró abandonado un vehículo marca Nissan, tipo Tsuru, modelo 1992, color gris, con motor número 1648021M, serie 2BLB1340166, con permiso de circulación provisional expedido en Chilpancingo de Los Bravo.
Según Martínez Rodríguez, al sitio también acudieron las autoridades ministeriales mencionadas, quienes realizaron las indagaciones reglamentarias, encontrando en el vehículo un par de botas tipo militar, en la cajuela; una mochila y un portafolios con documentación, en el asiento trasero; en el asiento del copiloto se encontró un arma de fuego tipo escuadra, marca Colt Super March, calibre 38 súper (la cual también percute calibre 9 milímetros) y un cargador desabastecido.
Todos estos objetos fueron “asegurados” por la PIM, y tomando en cuenta lo anterior, “por lo que, al parecer, ese vehículo se relaciona con los hechos delictuosos del homicidio de la C. Gozo María Hernández Fuentes”, concluye el director de SP municipal.
El vehículo quedó a disposición del agente del MP.

Sólo facturarán ganaderos con UPP: ganadera de Cuajinicuilapa


29 de enero
CUAJINICUILAPA, GRO.
EDUARDO AÑORVE

A partir del mes de marzo, los ganaderos de Cuajinicuilapa no podrán realizar operaciones de compra-venta si no cuentan con su clave UPP, según disposiciones gubernamentales, por lo que se les exhorta a que la adquieran, además de regularizar su situación como socios, informó y advirtió el presidente de la asociación ganadera local, Misael Añorve Hernández.
En vista del rezago existente en la regularización de los ganaderos del municipio para registrarse en el Padrón ganadero nacional, base de datos a cargo de la Sagarpa, a través del Siniiga o Sistema nacional de indentificación individual del ganado, Añorve López dijo a El Faro que ese registro es importante para obtener la clave UPP o Unidad de producción pecuaria.
La posesión de esta clave, continuó, es importante para obtener los beneficios de programas y apoyos de los gobiernos federal y estatal, además de que, por disposición de las autoridades pertinentes, a partir del mes de marzo va a ser obligatoria para efectuar operaciones de compra y venta de ganado.
Por ello pidió a los socios ganaderos y a los ganaderos, en general, del municipio que acudan a la ventanilla que se abrirá en la asociación ganadera de Ometepec, a partir del 25 de enero y hasta el 25 de febrero, de 9 de la mañana a las 2 de la tarde, para realizar los trámites necesarios y obtener su respectiva clave UPP.
Como requisitos, los ganaderos deberán presentar, en fotocopias, credencial de elector, comprobante reciente de domicilio, CURP, patente del fierro quemador y el propio fierro, constancia y credencial de ganadero 2013, certificado parcelario y plano, escritura o contrato de arrendamiento certificado y llenar un formato con el total de sus animales.
Finalmente, este dirigente enfatizó la importancia de registrarse y obtener la clave UPP: Sin ella, a partir del mes de marzo ningún ganadero podrá facturar en sus operaciones de compra-venta; aparte, los ganaderos que no la tengan tampoco tendrán derecho a apoyos de ningún tipo, de los que da el gobierno”.
Por otro lado, también hizo un llamado a los productores que no hubiesen cobrado sus apoyos de Progan para que acudan a las oficinas de la asociación ganadera, para investigar sobre su situación y sobre el requisito o los requisitos necesarios para cobrarlos, porque hay quienes no lo han hecho desde el año 2012, dijo.
Explicó que en sus cuentas bancarias deben encontrarse los dineros de los apoyos recibidos y no cobrados, y que en una fecha no muy lejana dejarán de tener vigencia esas asignaciones y serán recuperadas por el gobierno federal, de allí la urgencia y la necesidad de que acudan a por información sobre el respecto.

Se niegan a construirle la casa a damnificada por sismo en Cuajinicuilapa


29 de enero
CUAJINICUILAPA, GRO.
EDUARDO AÑORVE

Temblores van y temblores vienen, y desde hace meses la señora Isabel Morga anda penando porque funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) estatal no han atendido sus quejas sobre la construcción de su casa, la que fue afectada totalmente por el sismo del 20 de marzo pasado; ahora, dice, pretenden construirle sólo “un cuartito”, a diferencia de otros ciudadanos a quienes, en condiciones similares, sí les han construido sus casas.
Al principio, dice esta mujer, que vive en el Barrio Arriba, la apresuraron para que demoliera totalmente las ruinas de su casa, que resultó afectada por el temblor del 20 de marzo pasado, luego, le dieron largas a la construcción, y ahora quieren hacerle “nomás un cuartito”.
Isabel Morga se queja de que el empleado de Sedeso encargado de la construicción de las casas que sustituirán a las derribadas por el sismo o afectadas por el mismo en Cuajinicuilapa, la está presionando para que acepte que en su lugar construyan “un cuartito” de unos 5 metros cuadrados, más o menos.
Fotografía: Casa demolida.
En entrevista con El Faro, ella relata su situación; en principio, se pregunta por qué a otros vecinos en condiciones similares a las suyas sí les construyeron una casa completa y a ella no:
“¡Oye! ¿Cómo le están haciendo a Vicente [, su casa]?”.
-¿Quién la visitó, quién le dijo que sólo iban a construirle un cuartito?
-“Vino un chaparrito, que dice que es el ingeniero él. Me dijo: Oiga, señora, ya le vengo a hacer la casita, porque ya se va a ir el programa… ¡Que se vaya mucho a la [...] ese programa, pero no te doy el papel! Mejor lo quemo y no te lo doy”.
-¿El cuartito que usté dice que van a hacerle, de que tamaño es?
-“De tres y medio por uno ochenta, creo. Un cuartito, así; me quieren hacer un cuartito, siendo que a otros les han hecho una casita, bien. Ahí está a Pule; a Pule le están haciendo una casita; lo mismo a Vicente; y a mí me quieren hacer un cuartito. Por eso yo le dije que se fuera mucho a la […].
-¿De qué dependencia viene?
-“Es de Sedeso, me parece, trae una camionetita blanca; ya tiene 15 días, 20 días, que vino”.
-Lo mandó usté a no sé dónde; y, ¿luego, qué pasó?
-“Y ahora vino un muchacho que trabaja en el ayuntamiento, que yo sacara una copia, que yo fuera al palacio, allí, para ver si estaba como me lo iban a hacer, si [el daño] era parcial, y entonces dije yo: ¿Por qué a Pule se la hicieron: tumbó la casa, y estaba buena, y se la hicieron completa la casa, se la hicieron bonita, y por qué anta [donde a] mí me quieren hacer un cuartito, si es parcial [la de Pule]”.
-¿No clasificaron los daños a su casa como pérdida total?
-“Aquí es pérdida total, total, porque así me lo dijeron las muchachas. Me dijo el chaparrito: No, que no sé qué, que no sé qué, y le dije: Bótese mucho a la […]. A mí tú no me vas a mandar, que te entregue los papeles, no te entrego nada, mejor quemo el papel y que me hagan […] la casa”.
-¿Y qué pide usté?
-“Que me hagan mi casa bien, completa, no ese cuartito, como dicen, que porque si no se va el programa y ya no me hacen nada. Como quiera el dinero no es de ellos, ni del mismo gobierno, es de uno mismo, de allí sale para ese programa. Eso quiero yo: que me hagan mi casa, que no me hagan una chingadera, que me hagan mi casa.

martes, 29 de enero de 2013

Minibarranca: tope invertido para conductores, en Cuajinicuilapa


27 de enero
CUAJINICUILAPA, GRO.
EDUARDO AÑORVE

Toma de una minibarranca, cual tope invertido, obra natural por acción de las aguas sucias que corren a cielo abierto, donde conductores automovilistas, de motocicletas y de bicicletas padecen para pasarlo, en Cuajinicuilapa de Santamaría.
Fotografía: Drenaje a cielo abierto.

DE POLICÍAS COMUNITARIAS Y OTROS TEMORES


¿Alguien quiere la guerra?
[Pregunta ociosa, y retórica,
hecha epígrafe inoportuno]

Durante muchos años en San Nicolás, en este municipio, los policías que hacían labores de guardias de la comunidad ofrecían su trabajo por mandato de la propia ciudadanía, de modo gratuito y circunstancialmente, es decir, en ocasiones que así lo requerían, como en las fiestas y bailes, tanto particulares y públicos, que solían realizarse a la vista de todos y en los cuales todo mundo podía participar (excepto en los bailes de paga). Eran responsables y respetuosos, y la población les tenía respeto: actuaban como en familia, con sus buenos y malos usos y costumbres, y, en general, eran efectivos. Utilizaban las armas de la comunidad, y las propias, claro está, aunque algunos preferían no usarlas y sí esgrimir algún bejuco, alguna vara. Recuerdo con cierta nostalgia cómo todavía en los primeros años de la década de los noventa del siglo pasado, en algunos bailes de algún festejo (boda, quinceaños, etc.), estos policías se paseaban en medio de la ramada para impedir que los muchachos se amontonaran ante las muchachas para sacarlas a bailar: ellos permanecían en un extremo de la pista, parados; ellas, sentadas en el otro extremo; cuando sonaba la música, los policías se hacían a un lado para dejar que los primeros pretendieran los favores dancísticos de las segundas: ¡y a bailar todos!, unos con pareja; otros, sin ella, mandados a bailar.
Esa policía comunitaria terminó hasta que llegó el gobierno municipal y pretendió institucionalizarla, siguiendo también los deseos de las autoridades de San Nicolás y de los policías comunitarios, quienes deseaban dineros o un salario por su trabajo; es decir, su labor dejó de verse como un servicio a la comunidad para convertirse en una fuente de ingresos, en un trabajo, una actividad permanente y remunerada, regulada. Además, exigieron vehículo para patrullar y mejor desempeñar su vigilancia. Eran tiempos en que Vicente Cortés Rodríguez gobernaba Cuajinicuilapa, luego de ganar la elección encabezando al PRD, ante Hilario León Robles, del PRI. San Nicolás aportó muchos votos a la causa de Cortés Rodríguez, quien allí no sólo tenía muchos familiares y parientes sino también muchos amigos y simpatizantes. Por ello, él se sentía comprometido con ellos, con esa comunidad, y accedió a buscar beneficios para esos policías, para esas autoridades, para esos ciudadanos, para esa población.
Beneficios para los policías: un trabajo permanente, salario también permanente, además de transporte, uniforme y el prestigio o estatus por trabajar en el ayuntamiento de Cuajinicuilapa (ya no como policía comunitario). El asunto no era fácil porque las autoridades estatales pidieron, como es su uso y costumbre, que los policías dejaran de ser servidores de la comunidad, es decir, solamente de San Nicolás, para convertirse en policías preventivos del municipio, lo que implicaba calificarse: tener estudios de bachillerato, tener buen estado de salud y condición física, tener preparación mínima en labores policiales, etc. Y mientras se daba esta negociación entre autoridades estatales y municipales y los propios policías de la comunidad, Cortés Rodríguez les dio una camioneta para patrullar, uniformes, armas y sueldos, pero les exigió que cumplieran con algunas de las obligaciones de la policía preventiva, como patrullar y prestar auxilio en otras comunidades. Y ése fue el principio del fin de esta añeja policía comunitaria. Como anécdotas anoto que, por ejemplo, ya en su etapa de transición, la patrulla era utilizada para acarrear leña por el comisario de ese momento; o que los policías “se vieron en la necesidad” de “agarrar presos” muy seguido para tener a quien multar y “sacar para la gasolina”.
Ahora que se han creado varios cuerpos de policías comunitarios en varios municipios del estado de Guerrero, pienso en las experiencias anteriores. Es obvio que ni la de San Nicolás ni las nuevas policías ciudadanas de Ayutla y Tecoanapa, por ejemplo, pueden compararse a la Policía Comunitaria de la Costa-Montaña, y que el proceso organizativo de ésta es peculiar y está basado en la CRAC o Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias, la que está integrada por autoridades municipales, ejidales y tradicionales, las cuales también se apoyan en los ciudadanos que representan grosso modo. Y en esta policía, el proceso de institucionalización ha sido exitoso, con sus altas y bajas, de modo tal que les ha procurado independencia de eso que llamamos Estado, es decir, de todas las instituciones legales o contempladas por las leyes y reglamentos de todos los niveles de gobierno, la mayoría de las cuales adolecen corrupción, no procuran justicia, obedecen a intereses de políticos, de grupos o de personas, o actúan parcialmente. Para ello ha sido importante la toma colectiva de decisiones, entre otras características de ese paradigma de cuerpo policíaco.
Al ver la conformación de supuestas policías comunitarias en estos municipios en los recientes días, más allá de su pertinencia y de la necesidad que tienen ésas y otras regiones del estado para crearlas, miro un desorden, al parecer provocado con fines aviesos, perversos, como la militarización de la zona, veo una mano política que agita esas aguas para revolver el río y sacar ganancia, también política, lo que debe leerse también como: económica, etc. Sin embargo, mis reflexiones se dirigen hacia otro lado: leo opiniones que proponen la institucionalización de esas policías, y hasta de la Policía Comunitaria, y creo que si éstas se suman al Estado, las dinámicas de su funcionamiento y las problemáticas que padece las contaminarán a mediano y largo plazo (aunque tal vez también ocurra a corto plazo), es decir, se volverán corruptas, tendenciosas, interesadas, politizadas, etc. Discrepo también de la opinión del gobernador (aunque cambia de opinión como de calzones), en el sentido de que la seguridad pública en el estado de Guerrero esté a cargo de militares, por la misma causa: los militares no han mostrado ser aptos para cuestiones civiles, porque, además, no han sido instruidos para ello, y las evidencias de violaciones a los derechos humanos por su cuenta se han multiplicado. Ya lo habían advertido, y mucho: si seca al ejército de sus funciones habituales y se le convierte en policía, mala cosa será, para nosotros y para ellos.
No sé cuál será la solución idónea para salir de esta guerra civil, del reino de la delincuencia, del reino del miedo y la zozobra, de la crisis del Estado, de la violencia, pero sospecho que no será sino hasta cuando la voluntad de quienes ahora gobiernan el Estado (a nivel federal y estatal) los decida a comprometerse a actuar por resolver la situación (como los anteriores gobernantes lo hicieron en sentido contrario), y será entonces, sólo entonces cuando se vislumbrará un mejor estado de cosas. Que la sociedad, más bien, que los ciudadanos de a pie nos organicemos para presionar en ese sentido y actuar como vigilantes de que este proceso ocurra, y ocurra en las mejores circunstancias, será valioso. Es lo ideal, pero nunca se sabe, en una sociedad acostumbrada a pedir y recibir favores o dádivas a cambio de, también, favores, como votar por X o Y, si seremos capaces de organizarnos. Sospecho que no, sospecho que, una vez más, estamos a merced de esos que no llaman poderes fácticos pero que sí son poderes fácticos, de hecho, pues, que incluyen, también sospecho, a esas instituciones, a esos gobiernos que debieran dar dirección al estado de derecho, al Estado mismo, y no lo hacen, sino que lo corrompen, lo prostituyen, lo gobiernan sólo para beneficio de ellos. Como dijo uno de mi pueblo, sin que se lo preguntaran: Mejor lo dejamos así, yo no quiero la guerra. Pero ya guerra la trajeron sin consultarnos, iba a decirle, pero no me dio tiempo de hacerlo. ¿Alguien quiere la guerra?

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