[La Esquina de Xipe]
Es de risa nerviosa: declara el Góber Jefazo que hay muchos
(demasiados, miles) “trabajadores de la educación” o maestros comisionados en
la Secretaría de Educación Guerrero como si hiciera un descubrimiento, como si
desconociera esta añeja situación y apenas se hubiera enterado de ella. ¿O se
burla de nosotros? Porque no creo que se burle de su amigo, el presidente de la
república, el priísta Enrique Peña Nieto, ante quien hizo esa declaración. ¿No
sabía de los aviadores el Góber Jefazo, desde antes? De risa, repito. Medio en
broma, con sorna, recuerda alguien que tal vez los parientes de Aguirre Rivero
en Costa Chica tienen “empleados” a la mitad de esos aviadores: a muchos los
hacen profesores sin haber pasado siquiera por la primaria, dicen. “Aquel era
vaquero de Mateo, y ya es maestro”, dicen. “Uta, ¿y usté qué hace por acá?”,
pregunta uno. “Acá, de maestro”, dice el otro. Ya que se fue, me dice: “Ora tú,
y éste ni a la escuela fue. Era vaquero de Delfino”. En fin. Más que ser
maestro de la SEG en Costa Chica, o director o lo que sea, ser vaquero, peón,
trabajador, chalán de los Aguirre [familiares del Góber Jefazo] basta para que
entres a la nómina de la SEG. Y para conseguir un cambio, más horas, etc. Nomás
ser su lamegüevos, pues. ¿El maestro, chupando también está educando?
Por
eso cuando, el Góber Jefazo habla de educación… de etcétera, etcétera,
etcétera… hay que entender que está demagogiando: jugando a ser políticamente
correcto (tampoco creo que quiera espantar a su amiga Elba Esther). Ante la
supuesta crisis por falta de espacios y opciones para que los jóvenes
estudiasen bachillerato y universidad, Aguirre Rivero se dio el lujo de avisar
que su gobierno iba a proyectar y aprobar la edificación de centros de estudio.
Es más, hasta se aventó la puntada, ¿sin chiste de por medio?, de querer acabar
con el analfabetismo. Juar, juar, juar: el analfabetismo ¿acabó? con él: al
final tuvo que reconocer que su supuesto proyecto para acabar con los
analfabetas de Guerrero acabó por no acabar, y luego se lo ensartaron a otro
programa que “combate” ese supuesto mal “endémico” en nuestro estado. Corrupción,
fue la palabra clave en ese episodio.
Y la
casi flamante Universidad del Estado de Guerrero, que vendría a ofrecer
opciones a jóvenes que todavía tuvieran ganas de estudiar, luego de que las
tradicionales no eran suficientes por carecer de cupo, terminó muerta antes de
nacer, abortada. Al final, Aguirre Rivero, el Góber Jefazo tuvo que anunciar
que había decidido abortar la Universidad del Estado de Guerrero, y utilizar
los recursos económicos que supuestamente invertirían allí para paliar las ancestrales
y endémicas deudas de la sacrosanta universidad madre, la Universidad Autómata
de Guerrero, hecho inútil, pues esa sacrosanta madre ha parido tanto y tanto
engendro académico e intelectual que se mira infructuoso cualquier esfuerzo por
sacarla del desastre. Este gesto denotó que para el Góber Jefazo vale más una
mejor declaración que un buen acto de gobierno, apelando, tal vez, a la escasa
memoria nuestra, o a la volatilidad de las opiniones y necesidades de los
ciudadanos, que se reinventan cada ¿tres, seis? años, al calor de los
¡quihúbole! o centavos o dineros. Se jodió la universidad del estado, y a
apostar a la apestada opción de la UAG. Otro aborto más del Ángel de Guerrero.
Por
estos pueblos del sur, el Góber Jefazo también defraudó a la Universidad
Intercultural de los Pueblos del Sur o Unisur: fraudulento fraude. Les prometió
a sus líderes, que no directivos, políticos, que no académicos, el
supuestamente anhelado reconocimiento, al calor de las elecciones que lo
llevaron al gobierno del estado. Estando allá, se conformó con gestionar o
apoyar la gestión de 20 millones de pesitos, por él y por interpósitas
personas, para obras de infraestructura y a favor de la vida académica de esa
supuesta alma mater de los tales
pueblos originarios de Guerrero (nahuas, mixtecos, tlapanecos, amuzgos y
afromexicanos). Al final, como al final de cualquier orgía, nadie supo ni dónde
quedaron sus calzones, y los veinte “melones” se los chupó la bruja. Aparte,
les ofreció a esos líderes (incrustados o convertidos a movimientos como Upoeg
y hasta en la propia Crac) centavos, preciosos, preciados y ambicionados
centavos, constantes y tronantes. Dineros. Y los estudiantes de la Unisur:
¡bien!, ¡gracias! Bueno, en realidad, estos también están siendo defraudados.
La historia es larga, y este tecleador nomás pide que le muestren los planes y
programas de estudios de ese supuesto centro de estudio pa desopinar que es un
fraude y aplaudir esa universidad-no universidad. Tan bien le fue a esos
movimientistas que hasta tienen subsecretario de los Pueblos Afromexicanos de
Guerrero, aunque Plácido Bruno no pudo ser diputado, ni aunque los indios no
tengan diputado que hable español por ellos.
Pero
hablaba de educación, y no quiero ser tan maleducado como para cambiar de tema en
un dos por tres (que no es lo mismo que seis, ni tampoco sinco, aunque se les parezca). Sólo decía que qué bueno que el
Góber Jefazo no es un maleducado (aunque parezca que se comporta como uno) sino
un buen anfitrión, y le informa a su amigo que las cosas están de la chingada
con tanto aviador en Guerrero, y como buen educado, nomás le dice lo
conveniente, para no acongojar a su amiguísimo, según dicen. Y sabiendo cómo
son ellos, a ellos la educación ni siquiera les hace falta, después de nacer en
pañales de seda y cuna de oro: el éxito está garantizado para ellos aunque no
fuesen a la escuela. Y lo demuestra el Góber Jefazo: su hijo es diputado y
diputado, federal y local, y se perfila para presidir Acapulco o dirigir el
estado de Guerrero. No es que sea maleducado el chamaco, pero se ve que eso le
vale lo que a mí un desprecio. Pero que nadie se acongoje, porque la verdad nos
hará libres… Juar, juar, juar… No. Ahora, con los priístas en el gobierno, con
los panistas como sus comparsas y los perredistas como sus putas, asunto
arreglado: la iniciativa de reforma educativa de Peña Nieto sí nos hará libres.
Si lo dudas, lector dubitativo, pregúntale al Góber Jefazo (y de paso investiga
si hay plazas disponibles, que lo que quiere uno es el cheque libre de polvo y
paja, o el depósito enterito, sin que el banco te lo moche, llueva, truene o
relampaguee). A fin de cuentas, que aprendan los que no saben, pues.
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