8 de enero
CUAJINICUILAPA,
GRO.
EDUARDO
AÑORVE
A
partir de que la anterior administración municipal decidiera instalar una serie
de lámparas de adorno para iluminar la calle principal, en Cuajinicuilapa
comenzó una serie de polémicas opiniones sobre el hecho, sobre todo porque
parecía un exceso contar con dos tipos de iluminación (ésta y las tradicionales
lámparas en los postes de la Comisión Federal de Electricidad); ahora que se ha
instalado la mayoría de aquellas, ciudadanos cuestionan sobre los costos
duplicados que ello implica, de modo tal que se concluye que esta obra es un
exceso.
Fotografía: Lámparas "encimadas", en la calle principal.
Iniciada
por el gobierno del panista Salvador Cruz Castro y continuada por el del
también panista Yrineo Loya Flores, la obra de iluminación de la calle
principal, Cuauhtémoc y Porfirio Díaz, aparece ahora para algunos ciudadanos
como un exceso.
“¿Cómo
van a creer estos gobernantes que ponen dos tipos de lámparas en el mismo
lugar, como si una no fuera suficiente?”, cuestionan, “que vayan y alumbren
donde no hay luz”.
Y en
una situación cíclica que parece no tener cómo romper su círculo vicioso, se
llega a otra conclusión: “Habiendo tanta gente en el pueblo que no tiene luz,
calles y barrios donde no hay iluminación, donde no hay hasta servicio de
electricidad, ¿cómo es posible que a este gobierno se le ocurra continuar con
las tonterías del otro, poniendo lámparas donde ya hay la de los postes?”.
“Y
esta nueva iluminación, ¿quién la paga?”, se pregunta alguien, de manera
retórica.
Pero
de ello, el gobierno municipal no informa.
No
falta a quien se le ocurre cuestionar: “Qué bueno que este gobierno de Loya se
dio cuenta que no podía seguir encendiendo todas las luces de la unidad
deportiva, tan grande que es, y dejaron de encenderlas, quedando nomás las que
se ocupan; pero no se entiende que él esté empeñado en alumbrar el dichoso
parque ecológico o seguir con lo de las lámparas de piso, sobre todo porque las
ponen en lugares que ya están iluminados y no las ocupan”.
En
la calle principal, las flamantes y panistas (azul y blanco) lámparas no sólo
duplican una función (y el costo que ello implica), sino también han servido
para que conductores vayan a estrellar sus vehículos.
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