miércoles, 16 de enero de 2013

Graba Pegamento nuevo disco, y lo publica en Internet


3 de enero
CUAJINICUILAPA, GRO.
EDUARDO AÑORVE

Juan Saguilán Peña, mejor conocido como Pegamento, acaba de grabar una serie de canciones, cumbias y boleros de la Costa Chica, y publicarlos en la red de Internet; de entre ellos, una de las cumbias que lo hacía especialmente famoso en estas fechas, tuvo que ser cambiada por amenaza de demanda de una supuesta protagonista, hecho que revive una disputa sobre la naturaleza de la obra de arte o del acto creativo.

Pegamento y La Desgracia, en portada del disco. 

Después de trabajarlo por mucho tiempo, y aprovechando la generosidad de uno de los productores del CD y /o DVD, Pegamento hizo públicos sus trabajos: los potpurrí Memo Paz y Cumbia colombiana, además de los boleros Qué bonito y Tu desastre, mismos que aparecen desde hace dos días en la Internet, precisamente en el canal Youtube, además de otras canciones no interpretadas por él.

En esta grabación acompañan al maestro Pegamento Mazunco, músico de San José Estancia Grande, Pinotepa Nacional, lugar donde se grabaron las pistas y la música, acompañados del grupo La Desgracia.

Aunque desde el mes de noviembre se conocía la existencia del disco, por cuestiones supuestamente legales no se ofertó al público, aunque circularon algunas copias de él: al parecer, la versión de la Cumbia de Toña y Memo no era aceptada por una de las supuestas protagonistas de la misma.

Ese hecho provocó que la letra de la cumbia tuviera que ser cambiada; el propio Juan Saguilán opinó que ese cambio era nocivo para la cumbia, toda vez que le quitaba el feelin’ o sabor o sentimiento.

En la letra original se escuchaba [Esta cumbia se la voy a dedicar al patrón, Armando Paz, y a la señora Toña Cuevas, de parte de Pagamento, y dice así]: Armando y Antonia Cuevas/ ya no viven como es,/ nomás se le’stá aguantando/ por su hija Yoi y José.// Gallina sabe sus mañas/ de lo que anda haciendo Memo:/ En vez de estar con su vieja/ acá se queda con Chemo.// Antonia ya lo planeó y va a hacer un sacrificio:/ le va a dar la oreja’el burro a ver si así deja el vicio.// La vecina se lo dijo:/ se la puede dar en mole;/ si no se la da en café/ se la das en el pozole.// ¡Ay, pobrecito de Memo,/ entre más viejo, más gacho./ El día en que lo corra Antonia/ se va a morir de borracho.// Antonia ya me lo dijo/ y se lo dijo a su padrino:/ Lo vua’agarrá a tizonazo/ pa que agarre su camino.

Esta cumbia de Pegamento, como muchas de sus composiciones, se basa en ridiculizar situaciones complicadas de las supuestas personas a las que se refiere, exagerando sus actos para parecer graciosas y festivas, sin que tuvieran que ser verdaderas, incluso con la práctica de atreverse a burlarse de sí mismo, hecho que provoca en los escuchas un gran placer y una gran admiración por el arte de este músico.

En esta ocasión, a partir del supuesto reclamo de una de las supuestas protagonistas de la Cumbia de Toña y Memo, el maestro Pegamento se vio obligado a sustituir la letra de su canción original por otra, donde, aparentemente, no se viera involucrada la mencionada, pero el intento resulta ocioso, toda vez que muchos conocedores de la letra la vuelven a cantar en su apariencia original, restituyendo a Toña Cuevas y Armando Paz a su nicho cómico.

La versión de Internet dice: [Voz:] Y nos vamos, nuevamente, hasta Manzanillo, Colima, y este saludo va para el patrón Memo Paz y sus compañeros de trabajo, con el Mazunco, de Pegamento. Armando y María González/ ya no viven como es; nomás se toma las chelas/ y se las queda a deber.// Gallina sabe sus mañas/ de lo que anda haciendo Memo:/ En vez de andar con su vieja/ acá se queda con Chemo.// María ya lo planeó/ y va a hacer un sacrificio,/ le va a dar la oreja’e burro/ a ver si así deja el vicio.

[Voz: Sólo por diez cartones, doña Mari no le aguantó, y hasta Pegamento le quedó a deber. En esa plaza anda, allá en Manzanillo Colima, Armando Paz. No te olvides de los amigos que dejas en Cuajinicuilapa, Guerrero, y Pinotepa Nacional. Para el señor Fernando Baños.] La vecina se lo dijo:/ se la puede dar en mole;/ si no se la da en café/ se la das en el pozole.// ¡Ay, pobrecito de Memo,/ entre más viejo, más gacho./ El día en que lo corra Mari/ se va a morir de borracho.// Mari ya me lo dijo/ y se lo dijo a su padrino:/ Lo vua’agarrá a tizonazo/ pa que agarre su camino.

[Voz: Oye, Pegamento, por eso en Cuajinicuilapa ya no veo burros con orejas, únicamente veo a uno, y ese burro pasó a ser una chichalaca, y lo tiene merecido.] Posteriormente, la cumbia toma otro rumbo y Pegamento canta otras coplas un tanto moralinas.

Estos hechos traen a colación una disputa inexistente en la zona sobre la pertinencia de nombrar o aludir o representar o no a personas concretas en una obra creativa, con intención artística y con fines no lucrativos.

En este caso, la amenaza de demanda obligó a rehacer la letra de la cumbia.

En un caso similar, hace un par de meses, un par de mujeres embriagadas, acompañadas de un valiente, acudieron a descolgar algunas fotografías en las que aparecían, como parte de una exposición fotográfica sobre cómo celebran en el monte los cimarrones de Cuajinicuilapa.

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