lunes, 10 de mayo de 2010

Repone obra rechazada la dirección de Obras Públicas de Cuajinicuilapa

Obra destruida

6 de mayo

Luego de que la supervisión de la Secretaría de Desarrollo Social de la Federación rechazara la construcción de un colector marginal en la orilla sur de esta cabecera municipal (El Faro, 5 de marzo de 2010), tasado en un poco más de cuatro millones de pesos, en días pasados la dirección de Obras Públicas destruyó la obra y ha comenzado a reponerla, siguiendo, ahora sí, más de cerca la normatividad establecida en la materia.

En los días pasados, la obra del colector marginal, que ejecutó el director de Obras Públicas de Cuajinicuilapa (a través de prestanombres), fue destruida por haber sido rechazada por la supervisión de la Sedesol, causando extrañeza entre los vecinos de la zona, puesto que se consideraba una obra ya concluida.

Esa obra fue criticada, por lo bajo, incluso por personal del departamento de Agua Potable y Alcantarillado dado que violaba flagrantemente las normas de construcción vigentes y contaminaba el arroyo El Chorro, en cuyo cauce fue edificada; sin embargo, el titular del gobierno, el pripanista José Guadalupe Salvador Cruz Castro, pareció no darse cuenta de ello o de prestar oídos sordos a las voces que se lo advirtieron.

De acuerdo con una declaración pública del presidente municipal, el gobierno federal invirtió tres y medio millones de pesos en esta obra (aportados por el programa federal Microrregiones de la Sedesol); a ellos se sumaron 750 mil pesos aportados por el municipio, resultando, enmeros redondos, un total de 4 millones 250 mil pesos para un colector sanitario de menos de 500 metros de longitud.

Esta millonaria inversión fue, literalmente, tirada a la basura por tales fallas.

Desde hace unos días, en ese mismo arroyo se ha estado trabajando para reponer este colector: a simple vista puede observarse que la tubería y las ollas de descarga se están instalando a profundidad, a diferencia de las anteriores que se ubicaban en el suelo arenoso o a unos cuantos centímetros sobre él.

No es ésta la única ni la primera obra deficiente y con irregularidades que se construye desde la dirección de Obras Públicas (a cargo del empresario constructor Francisco Javier Zárate Pérez); también pueden incluirse otras de presupuesto millonario, como la construcción de un edificio y una barda en una escuela secundaria de esta cabecera municipal.

A pesar de ser públicas y evidentes estas deficiencias e irregularidades, ni el presidente municipal ni ninguno de los ediles hizo observación o señalamiento alguno con la intención de corregirlas, desaparecerlas o mejorarlas, en una clara muestra de apatía hacia los asuntos públicos o de complicidad con estos manejos, por miedo a perder supuestos privilegios.

Tampoco grupos sociales organizados o partidos políticos o ciudadanos elevaron la voz o exigieron cuentas, ni lo hacen ante estas pésimas y caras obras que el gobierno panista presume y que, con los días, muestran su mala condición.

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