En Cuajinicuilapa, premian a tránsito corrupto, se quejan sus compañeros

10 de mayo

EDUARDO AÑORVE

CUAJINICUILAPA

Pablo Blanco Zuno, considerado por su compañeros como un agente de tránsito corrupto, ha sido nombrado comandante de grupo, después de que fue denunciado como alcohólico y transa, hecho que fue visto como un premio dado por su jefe, Heladio Fuentes Sánchez, sub director de Tránsito municipal, y como un paso más en la consolidación en la red de corrupción que impera en esa dirección, ante la impasibilidad y el silencio cómplice de su director.

Blanco Zuno está acusado por la mayoría de sus compañeros agentes de Tránsito como corrupto: “se dedica a legalizar carros” en su horario de trabajo, aseguran, “y tiene el permiso del jefe”.

Aparte de señalarlo como un agente alcohólico: “Bebe en horas de trabajo y llega con aliento alcohólico o falta cuando quiere por el mismo motivo, y llega tarde cuando se le antoja, pero no se le hace ningún señalamiento, ninguna sanción; es el consentido del jefe [léase Fuentes Sánchez].

Y las molestias en esa dirección han aumentado: hace unos días lo ascendieron a comandante de grupo.

Blanco Zuno es comandante de grupo por encima de otros agentes de Tránsito que tienen más años de servicio y un expediente sin mancha, hecho que molesta a muchos en esa dirección, particularmente a otros que saben que tienen méritos para ese cargo pero del que se han visto excluidos por no pertenecer al grupo del asesor del Ayuntamiento, Andrés Cruz Castro, quien supervisa todo lo que allí ocurre, y lo aprueba o desaprueba.

Por su parte, el director de Tránsito, Everardo Salinas Gazga, es visto como un cero a la izquierda o como mierda de perico, ni huele ni jiede, dicen, y sólo se limita a estar como observador de esta situación que tensa las relaciones entre el personal.

Están molestos, los agentes, y se preguntan si al presidente Salvador Cruz Castro le interesa esta situación, y resolverla: algunos confían en que sí, que él intervendrá y meterá orden; otros agentes, los más, tienen en claro que en esa dirección el propio presidente es un extraño, un ajeno, un monigote más del asesor del Ayuntamiento, quien aprueba y desaprueba lo que allí, como el premio al “corrupto” de Blanco Zuno, según desaprueban sus compañeros.