viernes, 13 de noviembre de 2015

Queremos que nuestros jóvenes futbolistas tengan otra mentalidad: promotores de Cuajinicuilapa


Eduardo Añorve
Cuajinicuilapa de Santamaría, Gro.
13 de noviembre de 2015
 Arnulfo Irra Añorve y Freddy Castañeda Arellanes son dos padres jóvenes de Cuajinicuilapa, aficionados al futbol, que han participado con otras personas en promover a adolescentes y jóvenes con habilidades, talento e inteligencia  necesarias para figurar en cualquier equipo, pero desde hace unos meses han procurado que sus propios hijos entrenen este deporte de modo sistemático y después de muchas peripecias han conseguido que una treintena de aquellos sean entrenados por alguien profesional.
Actuando con pasión  y muchas ganas, ambos han conseguido que los padres de esos niños, adolescentes y jóvenes apoyen esta iniciativa y el martes pasado dieron inicio al Centro de Formación Tuzos Cuaji, a cargo de Edú Aguilar Justo, entrenador profesional. En entrevista con Alternativo Diario, ambos hablan de estas experiencias, de sus expectativas y de otros temas relacionados con la formación de futbolistas en Cuajinicuilapa.
EA: Hupo (Arnulfo Irra), platícame cómo comenzó esta iniciativa.
–Desde hace aproximadamente un año estamos metidos aquí, tratando de apoyar a los jóvenes que les gusta el futbol, que es un deporte que a mí, en lo personal, me gusta. Desde hace un año estamos trayendo visorías de futbol del club Pachuca... han venido de Pachuca, han venido de Chivas. En esas visorías han destacado dos jugadores de aquí, de Cuaji.
EA: ¿Quiénes han sido sobresalientes, y qué pasó con ellos?
–El primero, hace un año, dos días antes de irse a la prueba se llevó a una muchacha y allí acabó todo; se llama Carlos, le dicen Nenco, al amigo. En esas fechas tenía 16 años; ahorita ya estará pegándole a los 18. Y nosotros sí nos desanimamos, pero seguimos porque nos gusta.
Le conseguimos una visoría con el club Pachuca, de primera división. Vino Arturo Carranco Vera, que es director de todos los visores a nivel nacional del club Pachuca. Este señor lo seleccionó a él, para que fuera a una visoría mero a Pachuca, Hidalgo, a la UFD, y, desafortunadamente, esa oportunidad la dejó escapar el compa éste porque, decía el señor Arturo, que tenía un 70 u 80 por ciento de quedarse en la institución.
EA: ¿Por qué lo seleccionaron?
–Por sus habilidades para jugar. Lo vieron: cómo definía, cómo burlaba, cómo daba pase, tenía velocidad, potencia...
EA: ¿Y el otro caso, Freddy?
–Hay otro muchacho: Carlos Rodríguez, lo conocemos como Borguetti. Carlos apenas fue, tiene como un mes, desafortunadamente no pasó el filtro nacional, era filtro nacional al que fue, con el mismo club Pachuca. Son visorías en la que está un chavo de cada estado, seleccionado por los visores de Pachuca.
EA: ¿Qué le falló?
–La verdad, no sabemos ahorita, porque no hemos hablado bien con él, pero ahí está puesto para la próxima. Tiene 16 años, está chavo, le falta todavía.
EA: Eso desanima a cualquiera; ¿por qué lo hacen, por qué apoyan, por qué siguen?
–Lo hacemos porque nos gusta, porque tenemos hijos que queremos que resalten en el deporte, el futbol, más que nada...
EA: Supongo que los ayuntamientos los han apoyado...
–La verdad, no. Loya no nos apoyó para nada. Y éste apenas va empezando; con lo único con que nos apoyaron es con la unidad deportiva, nos prestaron las instalaciones para que entrenen los chavos.
EA: Hupo, platícame sobre el centro de formación.
–Iniciamos apenas el martes [10 de noviembre de 2015], el Centro de Formación Tuzos Cuaji, iniciamos con 32 niños; de los 5 años hasta los 18 se están tomando en cuenta. Viene un preparador físico que está en Ometepec, él es exclusivo de Pachuca, ya está en el club, se llama Edú Aguilar Justo. A él se le está pagando, se le va a pagar por cada niño que vaya 200 pesos mensuales, los que paga cada papá que tiene hijos allí.

EA: ¿Cómo surgió esa idea?
–Pues, empecé yo, llevando mi hijo a entrenar a Ometepec, porque a él comenzó a gustarle el futbol hace unos meses, no le gustaba; de repente, se levantó un día y me dijo que lo llevara a jugar, y de allí lo empecé a llevar, pero viendo que aquí en Cuaji no hay quien los prepare y yo veo que a él le gusta mucho, al mes le comenté a mi compadre Freddy y empezamos a unirnos, sus hijos, los hijos de otro compadre, y ya, empezaron a llegar más gente, más niños y juntamos un grupo de 12 niños, que los tuvimos viajando cuatro meses a Ometepec. Se les pedía nada más 50 pesos para la gasolina del carro en que íbamos; y aparte los papás de ellos pagaban su mensualidad, que eran 200 pesos. Así es cómo iniciamos, pues. Ya después se vio el interés de traer al profesor acá, a Cuaji, para ya no hacer esos gastos. Nos gastábamos 600 pesos los papás al mes, aparte los 200 de mensualidad; serían 800. Y por eso se dio eso de mejor tratar de traerlo al pueblo.
EA: ¿Cuántos hijos tienes, Freddy?
–Tengo dos hijos, de 10 años y de 13 años.
EA: ¿A ti te gustaría que fueran futbolistas?
–Claro.
EA: En Cuaji hay muchas historias de chavos que son muy buenos para el futbol, y que van a los equipos nacionales, pero hasta ahorita no conozco la de uno que sí haya llegado y se haya quedado, ¿por qué será?
–Más que nada yo le pongo a la disciplina, son... no le ponemos interés, pues, el interés de las personas para sobresalir, porque de que hay, hay muchos, pero prefieren andar tomando, andar drogándose y así no, con las mujeres; los deja la novia y ya, se van de borrachos...
EA: Tienes dos hijos que quieres que sean futbolistas, ves que tienen ganas, los apoyas, ¿y si al final no les importa y lo dejan, como pasa en muchas de esas historias que conocemos?
–Pues, todo puede suceder, todo puede suceder. Ahorita, lo que me queda es apoyarlos, hasta donde ellos quieran. Ya, más adelante, ellos van a decidir, ¿no?
EA: Hupo, ¿y tú qué opinas sobre esto?
–Pues, es lo mismo, ahorita él quiere eso, bueno, lo estoy apoyando, hasta donde él diga...
EA: Hay muchos muchachos que son buenos; Freddy ya habló de la disciplina y del interés; entiendo que la preparación que les están dando es física, ¿han pensado en cómo hacer que los chamacos vayan cambiando esa mentalidad de decir: “Me vale, yo ya soy bueno, ¿para qué voy a entrenar?, que entrenen los que no sirven”?
–De hecho, el profesor que viene también es psicólogo, tiene psicología del deporte, no sé bien, pero él, en los entrenamientos, él platica con ellos y les da consejo, a los que yo he visto, pues, así trabaja él.
EA: El proyecto, ¿qué objetivos tiene?, ¿cuánto tiempo va a durar?
–Pues, ahorita es una preparación... no tenemos un tiempo que digamos: un año, dos años... queremos ver, si es posible, la escuela ya de base en Cuaji y si no, no sé... hasta que los papás digan y los niños dejen de ir y se vayan haciendo más poquitos y que ya no se pueda trabajar. Pero mientras haya el apoyo de los papás, vamos a seguir, y, pues, sí, dirá usté, tenemos una mentalidad cabrona, pues.
Hemos ido con los chavos a torneos, aquí mismo, en Ometepec... también fuimos a un estatal en marzo, estaban aquí las fiestas de segundo viernes, nos ganaron en la semifinal, nos ganó Cruz Azul Chilpancingo, pero allí se ve que los chavos... metemos un gol, y todos contentos; nos empatan y ya valió madre todo: todos, la cara mirando al suelo; ya no pudieron levantar la cara pa’ nada ya, no; peleando entre ellos mismos. Y eso es lo que queremos o tratamos de cambiar, esa mentalidad, que con tantito te desmorones. Queremos que: si ya nos metieron un gol, vamos más para arriba, vamos a echarle ganas, vamos a remontar, pero desafortunadamente ahorita estamos mal y queremos comenzar a trabajar desde los más chicos hasta la edad de 18 años.
EA: Escuché la palabra escuela...
–Sí, la idea es ésa, ya tener la escuela formal aquí, en Cuaji.
EA: Bueno, supongo que para eso tendrán que buscar apoyos más fuertes: el ayuntamiento, qué sé yo...
–Fuimos, cuando apenas había iniciado este gobierno; de hecho, creo que fue el primer día, creo que estuvo el presidente allí y se vino el profesor de Ometepec y platicaron, pero quedaron de resolvernos si nos iba a apoyar. Se les estaba pidiendo a ver si existía la posibilidad de que el ayuntamiento costeara los gastos del Centro de Formación, del profesor, pues, que le pagara.
Ellos platicaron: él les puso una cantidad, no me fijé qué cantidad, y nada más quedaron de resolverle y todavía no le han resuelto nada. De hecho, el miércoles que pasó mandé otro oficio al presidente y volvió a decir que lo iban a checar, que sí, que había muchas posibilidades de que sí se quedara, pero que tenían que platicar el detalle de lo que iba a cobrar el profesor.
EA: Bueno, también es responsabilidad de las autoridades fomentar el deporte...
–Pues sí, a ellos les corresponde fomentar. A nosotros nos interesa el deporte, estamos en eso. A ellos les corresponde, pero, sí, pues, yo no les veo mucho interés. La liga municipal de futbol, de categoría libre, que es la que más se organiza en Cuaji, ahorita la están organizando independientemente del ayuntamiento porque no hay quien la organice de ellos. Van a jugar en la cancha de El Panteón y la de la secundaria técnica; en la unidad deportiva no hay liga de futbol.
EA: ¿Tienen confianza en que los apoyen, Freddy?
–Esperemos, pues, que nos eche la mano el ayuntamiento, ojalá y que así sea, esperemos que sí.

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