Eduardo Añorve
Cuajinicuilapa de Santamaría, Gro.
1 de diciembre de 2015
Luz
Bernarda Moreno Bailón y sus hijos. Fotografía: Eduardo Añorve.
Jesús Omar Sánchez Medina, secretario general
del Ayuntamiento de Cuajinicuilapa, fue acusado por una madre soltera, con dos
hijos, por favorecer al padre de estos al permitir que sus familiares la
acosaran y obligarla a firmar un acuerdo de manutención de los menores de edad
que, finalmente, le era perjudicial, tanto a ella como a sus hijos.
Al secretario del Ayuntamiento de
Cuajinicuilapa se le conoce coloquialmente como El Licenciado Churro.
EL CASO
El viernes 27 de noviembre pasado marcharon
varias mujeres en Cuajinicuilapa para exigir la eliminación de la violencia en
su contra, en un acto oficialista, convocado, entre otras instancias, por la
dirección de Participación Social de la Mujer, cuya directora, María de Lourdes
Solano Calleja, dijo ante ellas: “Nuestro compromiso como
Dirección de Participación de la Mujer es trabajar para prevenir la violencia
contra todas las mujeres, brindarles un espacio en donde puedan consultar y
apoyarles en caso de sufrir algún tipo de maltrato”.
Después de escucharla por obligación, Luz
Bernarda Moreno Bailón, originaria de Acapulco, de 28 años, madre soltera con
dos hijos que vive en Cuajinicuilapa desde hace muchos años y trabaja en una
taquería, se fue a su casa, en la colonia Vicente Guerrero, sin imaginarse que
iba a vivir una escena más, precisamente relacionada con eso que ha sufrido en
los últimos tiempos y de lo que las autoridades municipales acababan de
advertir: “El día viernes, cuando fue la marcha en contra de la violencia de la
mujer, vengo yo, con mis niños, nos retiramos de la plaza cívica a nuestro
domicilio, en la colonia Vicente Guerrero, viene el señor, borracho… nos
bajamos del taxi, los niños vieron al papá y, obvio, fueron a alcanzar al papá,
y les dio su monedita: diez pesos a cada quien. Ya, nos hicimos de palabras, el
señor me amenazó diciendo que me iba a quitar a los niños, que ya no los iba a
ver, que iba a ser la última noche que iban a dormir ellos conmigo.
“Vengo y le hablo, le digo: ‘¿Sabes qué? No
digas cosas de las que te puedas a arrepentir, porque a fin de cuentas a mí
daño no me estás haciendo, estás traumando tú a los niños, en ese aspecto’. Nos
hicimos de palabras. Él me dijo: ‘Y échame a cualquiera de tus abogaduchos que
tú quieras’. Posteriormente yo le hablé a la Policía Preventiva, se lo
llevaron, lo detuvieron”.
Luz Bernarda narra el último encuentro
violento que tuvo con su ex pareja; y también narra cómo fue esta relación que
produjo dos hijos y terminó precisamente por eso, porque fue violentada,
incluso porque fue golpeada hasta por la abuela de sus hijos: “Aproximadamente
hace año y medio, con el papá de mis hijos, Aniceto Liborio Rentería, nos
separamos… a raíz de esa separación… cuando nos separamos, me golpeó el papá y
la abuelita… estaban ellos borrachos cuando llegué de trabajar… la abuelita,
Hipólita Rentería Silva… yo estaba discutiendo con el papá de mis niños, cuando
llegó la señora en un taxi de la terminal, llegó con cerveza, pues… comenzamos
a discutir, la señora se metió en el conflicto que teníamos nosotros, nos
hicimos de palabras, nos agarramos con la señora y, posteriormente, la señora
quebró un envase de cerveza para supuestamente espantarme o no sé. A lo último
salimos agarradas nuevamente y fue que la señora me cortó en la mano”.
Y vino la separación, y luego la recuperación
de sus hijos, pactada ante el juez de paz, sin pedir siquiera dinero para los
gastos de manutención de los hijos: “Nos separamos con el papá de mis hijos. Yo
estaba trabajando en el restaurante de comida china; allá me fue a hacer un
escándalo. Trabajé donde Elena, la taquera, y fueron a decir que yo estaba
loca. Pasó tiempo, pasaron meses, el papá de mis niños tenía a mis hijos;
vengo, gracias a dios los recuperé, a mis niños… fui al juzgado de paz y, pues,
él accedió a darme la custodia de mis niños. Yo fui con el juez calificador, y
no pedí manutención por no tener este tipo de roces, pero, al parecer, los
vamos a seguir teniendo, por eso fue que yo me atreví a pedirle manutención,
pero si la mamá, o la mujer del papá no le da permiso al señor Aniceto Liborio
Rentería, pues, ¿qué puedo hacer? Pues, al parecer, desde que yo empecé a vivir
con él, si la mamá le dice ‘camina’, él camina; si la mamá le dice ‘no camines’,
no camina”.
Estaban y vivían separados ya; ella, sin
pedirle dinero, según cuenta, hasta que tuvo que enfrentar el pago de los
uniformes y útiles escolares, y mandó un recado a su ex pareja para que
asumiera los gastos de estos, y allí volvió a recomenzar el problema: “Yo mandé
un recado para decirle al señor que ya me estaban exigiendo los útiles de los
niños en la primaria… se supone que es normal, pero, bueno, la señora habló de
más…”.
INTERVIENEN LAS AUTORIDADES… Y DESCOMPONEN
MÁS LA COSA
Licenciado Churro, cuestionado. Fotografía: Eduardo Añorve (archivo)
En respuesta, el viernes 27 él fue a darles diez pesos a cada niño, y pelearon, como ya narró. Estando encarcelado, Luz Bernarda vino a buscar un arreglo, al siguiente día, el sábado: “Al siguiente día, el sábado, yo quise arreglar las cosas bien. Habíamos hablado con El Licenciado Churro cuánto me iba a pasar de manutención el señor, quedamos que 250, que iba a tener derecho a ver a los niños… 250 pesos cada semana por los dos niños… sí, es una miseria, pues, porque prácticamente son como 33 pesos al día, con los que, obviamente, un niño come.
En respuesta, el viernes 27 él fue a darles diez pesos a cada niño, y pelearon, como ya narró. Estando encarcelado, Luz Bernarda vino a buscar un arreglo, al siguiente día, el sábado: “Al siguiente día, el sábado, yo quise arreglar las cosas bien. Habíamos hablado con El Licenciado Churro cuánto me iba a pasar de manutención el señor, quedamos que 250, que iba a tener derecho a ver a los niños… 250 pesos cada semana por los dos niños… sí, es una miseria, pues, porque prácticamente son como 33 pesos al día, con los que, obviamente, un niño come.
“Así que ya habíamos llegado a un arreglo con
el papá de los niños y el licenciado Churro. Subimos al palacio, se hizo el
acta correspondiente, todo estaba bien, lo único que a mí me molestó fue que El Licenciado Churro hizo pasar al
cuñado, Calixto Flores Sorroza, a la hermana, Josefa Liborio Rentería, y a la
mujer que ahora tiene como pareja, a una señora que se llama Adriana. Bueno,
cuando El Licenciado Churro comenzó a
leer lo que es el acta, pues, todo estuvo bien. Empezaron a decirme que si él
me iba a dar manutención, que iba a ver posteriormente a los niños. Yo le dije al
cuñado, a Calixto Flores, que pues sí, que yo no le niego el derecho a ver a
sus hijos, siempre y cuando los apoye porque, pues, son sus hijos”.
LA FAMILIA LA HOSTILIZA
En la oficina del secretario general del
Ayuntamiento, familiares consanguíneos y políticos del hombre acusado como
golpeador y padre de los niños en cuestión comenzó a confrontar a Luz Bernarda:
“ Cuando dijo El Licenciado Churro que
me iba a pasar una manutención de 250 pesos por los dos niños, viene la señora
y dice, le dijo al papá: ‘Ani, tú sabes que a veces vendes agua, que a veces no
vendes, y yo, de mi dinero no te voy a dar para que tú le des ese dinero a los
niños’. Posteriormente yo le dije a Churro:
‘Mira Churro, el papá de mis hijos paga
una renta de mil 300 y es algo ilógico que el papá no tenga 250 para que sus
hijos coman; no me apoya en la educación y en la alimentación, pues’…”.
A decir de esta mujer, el padre que debiera
asumir su responsabilidad se quedó callado, permitiendo incluso que su familia
la confrontara: “Lo malo de allí es que el papá no contestó ninguna palabra, el
problema de allí fue que me confrontaron a mí, tanto el cuñado del papá de mis
hijos, la mujer del papá de mis hijos y posteriormente la hermana. Me
acorralaron, se podría decir, porque todos me empezaron a decir, entonces yo me
molesté y me levanté… me empezaron a decir que yo soy la que busco al papá de
los niños, que supuestamente yo soy la que quiero regresar con el papá de los
niños. Yo les contesto a ellos: ‘Pues ahorita cada quien tiene su pareja, cada
quien tiene su vida muy punto y aparte, y es algo tonto para mí que me digan
que yo quiero regresar con el papá de los niños’”.
Es el momento en que ella siente que la
presionan, incluso, al negarse a firmar el acuerdo, se ríen de ella, y, en respuesta,
el propio secretario del Ayuntamiento pide que la retengan contra su voluntad
en la oficina: “Ahora, pues, cuando pasa todo eso yo me levanto de mi silla, le
digo: ‘Churro, discúlpame manito,
pero… yo sé que es una grosería lo que te voy a decir… pero yo aquí no arreglo
nada. Todo estaba bien ya, hasta que tú hiciste pasar a esa gente, le digo,
pero por eso es bueno tener palancas…’. A la mejor ése fue mi error, decirle
que era bueno tener palancas, porque cuando yo lo dije, todos allí, en la oficina
donde estábamos, todos se empezaron a reír de mí. Le digo: ‘Mira Churro, ríanse de mí, pero bueno, yo
nomás te digo que aquí yo no firmo nada’. Y cuando yo iba a salir de la
oficina, Churro da la orden a los
preventivos: ‘No me la dejen salir, hasta que venga no sé quién’… no me acuerdo
cómo mentó el nombre de la otra persona. Le digo: ‘Mira Churro, lo que tú estás haciendo conmigo, tú lo sabes, tú eres
licenciado, me estás privando de mi libertad, aunque sean 10, 15 minutos lo
estás haciendo sin ninguna justificación, porque realmente yo no maté ni ofendí
a nadie.
“Dice Churro:
‘Bailón, es que las cosas no son así’. Le digo: ‘Es lo que tú hubieras visto,
no son así, porque con el que yo me debo de arreglar es con el papá de mis
niños no con la tía ni con la mujer ni mucho menos con el cuñado’. Y ya, que me
salgo del ayuntamiento”.
LAS AMENAZAS ESTÁN LATENTES
Mas no todo terminó allí, sino que, según le
dijeron, la familia de su ex pareja tiene planes de quitarle a los hijos: “Salgo,
y acá me comenta una vecina, de acá del barrio, que supuestamente habían dicho
allá en la casa del papá de los niños que eso no se iba a quedar así, que por
las buenas o las malas a mis hijos me los iban a quitar. Primero, la abuelita
me había denunciado ante el Dif, que por mi pareja, que me los iban a quitar.
Yo me separé de mi pareja, ya no tengo mi pareja, y ahora ¿qué es lo que
buscan, entonces? Ellos me dijeran de una vez: si quieren a mis hijos, de plano
yo no se los doy. Si siguen así, yo voy a agarrar a mis hijos y me voy, y no
van a saber más de ellos, si es lo que ellos están buscando. Yo, otra solución
no le veo, porque, al menos a mis hijos no se los doy”.
OJALÁ Y LAS AUTORIDADES LE DIERAN LA RAZÓN A
QUIEN LA TIENE
“Quisiera que el licenciado Tino [Constantino García Cisneros,
presidente municipal] hablara con los licenciados que ellos tienen y que fueran
a favor de quien tenga la razón, no por mí o por el papá sino por mis niños,
porque son los niños los que salen afectados en todo esto. Lo único que yo le
dije a Churro que yo quería, por
parte de la familia, por parte del papá de mis niños, que me respetaran, porque
si yo no me meto con ellos, por qué ellos lo hacen conmigo. Aquí, lo más viable
para mí es que haya habido dinero de por medio… porque… donde sea, si tú pagas,
obvio, te van a dar la razón a ti… bueno, eso pienso yo, a menos que yo me
equivoque”.
Aunque podría ocurrir que las autoridades sí
actúen y le den la razón a quien la tiene, como pide Luz Bernarda, y como
declaró ese viernes la directora de Participación Social de la Mujer: “Nuestro
compromiso como Dirección de Participación de la Mujer es trabajar para
prevenir la violencia contra todas las mujeres, brindarles un espacio en donde
puedan consultar y apoyarles en caso de sufrir algún tipo de maltrato. Ya basta
de tanto silencio, de ser maltratadas, amenazadas, reprimidas y sobre todo de
desvalorarnos ante la sociedad”.
En este caso no sólo se está
acusado el padre de los niños, también lo está el secretario del Ayuntamiento;
bien podría comenzar allí la directora María de Lourdes Solano, con esa misma
energía con que declaró.
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