miércoles, 20 de enero de 2010

Dinamitan la unidad en toma de protesta del comité perredista en Cuajinicuilapa


Aspecto de la reunión perredista


10 de enero

Aunque el pasado 4 de enero tres de los cuatro aspirantes a dirigir el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Cuajinicuilapa llegaron a un acuerdo, avalado por Sebastián de la Rosa Peláez y Óscar Chávez Rendón, en representación de la dirigencia estatal del PRD, para que fuese electo Emmanuel Añorve López (El Faro, 5 de enero de 2010), el pasado domingo 10 de enero, dos de aquellos cuatro “dinamitaron” la frágil unidad perredista, en un acto citado para la toma de protesta de éste.

La cita para la toma de protesta de Añorve López fue a las once de la mañana; sin embargo, los comisionados estatales llegarían pasadas las doce del día, luego de atender el nombramiento de la dirigencia perredista en Marquelia.

Además de los mencionados, estuvieron presente el secretario general del Secretario Estatal del PRD, Víctor Aguirre Alcaide, la secretaria de Finanzas, Rosa Coral Mendoza Falcón, y Virginia Trejo Trujillo, secretaria de equidad y género, quienes se reunieron en primera instancia con los cuatro aspirantes locales (Edgardo Paz Rojas, Alberto Ramos Montes, Silvino Bustos López y el mencionado Añorve López), argumentando que no existía acuerdo alguno.

Después de casi una hora, los casi trescientos militantes perredistas que acudieron al llamado de la dirigencia, representantes de la mayoría de las comunidades del municipio, decidieron hacerse presentes en el lugar donde sesionaban aquellos para exigir que se presentaran en el auditorio de la asociación ganadera local, donde habían sido citados y donde los esperaban, para dar curso al acto citado.

De acuerdo con información obtenida por El Faro, dejándose atrás todos los acuerdos anteriores porque el Polo Guerrerense de Izquierda –grupo que tenía como candidato a López Bustos e insistía en obtener la presidencia, incluso contra la opinión de éste–, el principal escollo para integrar un comité de unidad era ese, la presidencia del comité.

Luego de esta presión, la comisión estatal propuso que Añorve López encabezara el comité, que López Bustos se fuera a la secretaría general y que Ramos Montes quedara en la de organización o como presidente del consejo político municipal.

La propuesta anterior fue aceptada por los primeros; sin embargo, Ramos Montes la consideró “una ofensa” inferida a él, por lo que no prosperó.

Después de varios intentos “de pasillo” de conseguir un acuerdo que destrabara el conflicto, los perredistas ingresaron al auditorio con la idea de llegar a un acuerdo que incluyera también a los militantes presentes y no sólo a los líderes.

El resultado de la deliberación de los perredistas fue celebrar la toma de protesta a Añorve López, como se había acordado desde el 4 de diciembre, y se le concedieron cinco minutos a la comisión estatal para que acudiera hacerlo; en la mesa del presidium se encontraban tres de los aspirantes (menos López Bustos) y el regidor perredista Concepción Villarreal Mendoza.

En ese lapso, Aguirre Alcaide y Chávez Rendón informaron que tomarían protesta a Añorve López como presidente y a Ramos Montes como secretario general; pero después de una corta charla de pasillo con los bonfilistas, que apoyan a López Bustos, cambiaron de opinión.

Minutos después, sumados De la Rosa Peláez, Aguirre Alcaide y Chávez Rendón al presidium, el secretario general explicaría que no existía acuerdo alguno, por lo que el partido llamaría a una asamblea para decidir la situación, el próximo domingo, hecho que fue repudiado por la mayoría de los presentes, quienes pedían que en ese momento se resolviera.

Acto seguido, tomó el micrófono Villarreal Mendoza para pedirle a los comisionados estatales que fungieran como testigos de honor de la toma de protesta que él en su calidad de miembro prominente del partido haría, con el consentimiento de los perredistas del municipio presentes.

En ese momento, Ramos Montes se acercó al regidor para intimidarlo y agredirlo, con la intención de arrebatarle el micrófono, provocando un zafarrancho en el que se intercambiaron golpes e insultos.

Calmados los ánimos, ausente Ramos Montes, y a petición de los casi trescientos perredistas, Villarreal Mendoza hizo la toma de protesta a Añorve López como presidente del comité ejecutivo municipal.

Por su parte, los comisionados estatales abandonaron el auditorio asegurando que esa toma de protesta no tenía validez legal y que sería una siguiente asamblea la que determinaría finalmente la designación del comité, particularmente de la figura del presidente.

Trascendió, por otro lado, que Aguirre Alcaide y Chávez Rendón tenían desde un principio la encomienda de impedir que este asunto se resolviera en esta ocasión y obligar a una nueva asamblea; además de que, por recomendación de Eloy Cisneros Guillén, había la consigna de incluir a Montes Ramos en el cargo que a éste se le antojase.

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