sábado, 2 de febrero de 2013

Psicosis de padres de familia en Cuajinicuilapa por “privatización” de la educación


31 de enero
CUAJINICUILAPA, GRO.
EDUARDO AÑORVE
Desde la semana pasada, en Cuajinicuilapa existe y se ha manifestado una excesiva preocupación de padres y madres de familia de las distintas escuelas de nivel básico porque el gobierno de Ernesto Peña Nieto “va a privatizar la educación”, motivo por el que a partir del próximo año los alumnos de pre escolar, primaria y secundaria tendrán que pagar colegiaturas, entre otras cosas.
Madres y padres de familia con hijos en primaria y secundaria están acongojados y manejan versiones sobre la presunta privatización de la educación pública, perpetrada supuestamente por el gobierno de la República para favorecer “a los grandes empresarios”, a partir de rumores que, dicen, los propios maestros han soltado.
Fotografía: Cartel que invita a la movilización contra la reforma educativa.
Se va a acabar la educación gratuita porque el gobierno va a privatizarla, y nosotros no vamos a poder pagarla; ya no vamos a estudiar, es, más o menos, la idea que pulula por esta cabecera municipal entre padres de familia y algunos estudiantes, sobre todo de secundaria.
En algunos hogares, varias madres de familia discuten el tema: que si se pagarán cuotas, que si se dejará de estudiar en las escuelas habituales porque las van a cerrar, que si ya se privatizó la educación pública, etc.; a veces, algunos hijos, de bachillerato, por ejemplo, también entran a esa discusión.
A veces alguien alega que en la televisión dicen que lo que pasa es que los maestros no quieren que les apliquen el examen, que no quieren hacer el examen para ver si están o no calificados.
“Por eso andan pasando una hoja, para que les demos la firma y los apoyemos”, asegura una madre.
En otros hogares, alumnas de secundaria llegan a su casa con la noticia de que ya no habrá escuela sin paga, que llegaron los del sindicato, que se suspendieron clases, que aquellos informaron a los maestros de la escuela que se va a privatizar la educación; incluso, se asegura que la cuota mesual de cada estudiante ascenderá a 500 pesos.

Asamblea para informar a padres de familia, no los convence
En la escuela primaria Silvino Añorve Dávila, el miércoles 30, se realizó una asamblea de padres para informarlos de esta situación y, de ser posible, ganarse su simpatía para que apoyen la lucha de los maestros; el pretexto para citar a los tutores fue la construcción de las nuevas aulas.
Entre muchas cosas, el delegado sindical advierte que se avecina la privatización de la educación, y muestra una Constitución, donde están subrayados un par de párrafos que avalan, supuestamente, esa versión; incluso, la palabra “permanencia” aparece como una intangible enemiga del movimiento magisterial y los padres de familia y de sus hijos estudiantes.
Como ejemplo, el delegado sindical de la delegación 119, Silvino López, explica que a partir de la reforma, la venta de comida dentro de las escuelas, el gobierno va a concesionarla a micro empresas, como si nadie supiera que desde siempre han sido particulares quienes venden comida y refrescos y golosinas allí, a pesar de las prohibiciones legales.
Esas ideas fueron reforzadas por otros integrantes del sindicato de maestros que acudieron de la zona para buscar convencer a los padres y madres de familia que se sumen o apoyen o, cuando menos, acepten que los mentores comenzarán una lucha en defensa de la educación pública y que los niños probablemente se quedarán sin clases por un tiempo.
En su turno, un padre de familia que también es maestro dijo que la esencia de la reforma era hacer obligatorio el examen de oposición como modo de ingresar, promoverse y otras acciones; por ello, pidió que no estuvieran confundiendo a los padres de familia.
De nuevo en uso de la palabra el delegado seccional, López Bustos, reclamó como injusta la pretensión del gobierno federal para examinarlos, toda vez que egresaron de una institución que los validó, además de contar con cédula profesional, instrumento que también los valida.
Otro padre de familia opinó que él veía bien que los maestros fueran evaluados, que debían ser certificados, y los llamó a no parar clases.
También se pidió en esta asamblea de padres de familia que, para despejar la confusión entre ellos, el director hiciera una asamblea expresamente para informar y despejar dudas; obteniendo como respuesta del director que él no podía intervenir en estos asuntos del sindicato, es decir, se lavó las manos.

Colofón: exceso de preocupación de los padre, ¿psicosis?
Lo que sí puede notarse es que en Cuajinicuilapa se está dando una especie de psicosis entre padres de familia que creen la versión de que el gobierno va a privatizar la educación y tienen miedo de que sus hijos ya no puedan seguir estudiando; por su cuenta, los escolares, ni se acongojan y repiten esas versiones entre broma y veras.
En conversación con El Faro, un maestro estatal reflexionaba que no era buena estrategia andar espantando a los padres de familia, que los maestros del SNTE y la CNTE deberían hablar con la verdad para buscar el apoyo a sus demandas por parte de los padres.
Y aunque este movimiento, estas preocupaciones entre padres y madres de familia comenzaron tardíamente, porque también los maestros comenzaron apenas a agitarlos con rumores y medias verdades y verdades excesivas, amén de una que otra verdad completa, en algunas hogares, en algunos sitios donde se reúnen más de dos de aquellos, la preocupación tal vez está tomando dimensiones de una psicosis [o sea, tener miedos infundados, confusión, excitación, depresión, desorganización del pensamiento].
Aunque algunos padres informados por la televisión argumentan que ello no es cierto, que los maestros mienten, que el gobierno sólo pretende examinarlos, pero a veces hasta en estos padres se nota miedo.


No hay comentarios:

Seguidores

Archivo del blog