miércoles, 14 de octubre de 2015

Alarma, causan en Cuajinicuilapa llamadas telefónicas para extorsionar por supuestos secuestros

Eduardo Añorve
Cuajinicuilapa de Santamaría, Gro.
14 de octubre de 2015
En los últimos días se ha acentuado la alarma en la población de esta cabecera municipal ante las cada vez más abundantes llamadas desde teléfonos desconocidos para avisar sobre el presunto secuestro de algún familiar, particularmente de menores de edad, sin que hasta ahora se tenga noticia de algún caso en que realmente se haya plagiado a alguna persona.
Entre los adolescentes de secundaria en Cuajinicuilapa han crecido el número de comentarios y rumores relacionadas con llamadas que desde teléfonos celulares desconocidos se hacen a las casas para avisar que alguno de sus compañeros han sido secuestrados.
Incluso, hay casos en que padres de familia han asistido a la escuela en horas de clases para asegurarse de que sus hijos o hijas se encuentran allí y que no han sido secuestradas como les han asegurado a través de este tipo de llamadas, para percatarse finalmente que fue una falsa alarma y que el o la estudiante en cuestión está bien.
También se mencionan algunos casos en que personas que han sido avisadas por teléfono de que algún pariente que se encuentra en Estados Unidos ha sido secuestrado y terminaron depositando 100, 200, 300 mil pesos, según sea el caso, para supuestamente conseguir su libertad, y terminar enterándose que fue una falsa alarma.
De todo esto tampoco existen datos confiables, nombres, lugares, fechas, sólo rumores que se esparcen fácilmente de boca en boca, tanto en jóvenes como en adultos, y ha sido una práctica común desde hace un poco más de cinco años, al proliferar estas llamadas para extorsionar por vía telefónica.
Ello ha contribuido a fomentar la preocupación, la intranquilidad o el temor entre la población de la cabecera municipal, sobre todo después de que ocurren hechos sangrientos como los del pasado sábado en que un joven atentó contra la vida de un hombre adulto; incluso, los rumores sobre balaceras también abundan, aunque muchas veces quedan en eso, en rumores.
Sólo el miedo persiste.
Y ya nadie acude ante las autoridades a hacer alguna denuncia al respecto. 

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