miércoles, 3 de marzo de 2010

Que devuelvan la bomba que se llevaron de Cerro de las Tablas los de Piso firme, piden


2 de marzo

Desde diciembre del año pasado, personal de la Sedesol encargado del programa Piso firme “se llevó la bomba de agua del pueblo para componerla porque ellos la iban a ocupar”, además de dos mil pesos de aportaciones de los lugareños para completar el pago de su reparación, sin que hasta la fecha hayan regresado, denunciaron ciudadanos de Cerro de las Tablas, municipio de Cuajinicuilapa.

Molestos porque solo “le echaron pisos a unas cuantas casas”, ciudadanos del Cerro de las Tablas denunciaron ante El Faro que, “por si eso no bastara”, el encargado de ejecutar las obras del programa Piso firme se llevó la bomba de agua de la población.

Un vecino relata: “Era una bomba casi nueva, que se había descompuesto y no servía; así que cuando ellos llegaron, el encargado le dijo al Comisario que también a ellos les iba a servir porque iban a usar el agua para lo de los pisos, y le propuso que la gente del pueblo hiciera una cooperación para componerla”.

De acuerdo con este testimonio, el encargado de ejecutar el programa en esas fechas, cuyo nombre se desconoce (“ni siquiera sabemos cómo se llama”, aseguran), les propuso llevar a reparar la bomba y asumir la parte faltante del costo, considerando la cooperación de la comunidad.

“Se juntaron como dos mil pesos, y se los dimos al ingeniero o arquitecto, quién sabe qué es, y se los llevó junto con la bomba de agua, y es la fecha en que no ha regresado ni de la bomba sabemos dónde está o qué le pasó”, explica este vecino de Cerro de las Tablas.

“Eso fue a principios de enero, cuando comenzaron a irse, después de vender el cemento y de que dejaran sin echar la mayoría de los pisos del pueblo; y hasta ahorita no sabemos nada, ni si va a regresar, ni si nos va a traer la bomba, ni la chingada, no sabemos nada”, continúa, con una mueca entre apesadumbrado y sarcástico, riéndose tal vez de este abuso que pareciera absurdo.

Y concluye: “No, no sabemos cómo se llama el hijo de la chingada, ni eso supimos; nomás creímos en él, como venía al cargo de todo el grupo de los pisos, nos confiamos, por eso nos chingó; ya ves, y ni los pisos echaron”.

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