domingo, 23 de mayo de 2010

Adolescentes, armadillos, iguanas y loros, capturados en operativo policial en Cuajinicuilapa

Avionetas, sobre volaron y vuelan Cuajinicuilapa en apoyo al operativo

20 de mayo

El aparatoso, agresivo y costoso operativo emprendido por diversas corporaciones y dependencias federales, estatales y municipales el pasado fin de semana en Cuajinicuilapa tuvo resultados menores, entre los cuales se cuentan la captura de dos adolescentes y el decomiso de algunos animales silvestres, además de algunos indocumentados guatemaltecos y varios presuntos delincuentes, para la irritación y el agravio de ciudadanos de este municipio.

Dos adolescentes, capturados “por saquear el río”

Irving Ramos Calleja y Carlos Vicente Cortés Martínez, de 16 y 15 años respectivamente, fueron detenidos en la comunidad de Barajillas, el pasado sábado 15 de mayo, “cuando extraían material pétreo”, según José Manuel Soriano Arcos, jefe de área de la Policía Ecológica Estatal, “a bordo de un camión Dina color blanco, con placas de circulación 1HZB-618” del estado de Guerrero.

Con estos adolescentes también fue capturado Norberto Olmedo Domínguez, de 21 años, y originario de Barajillas, quien se desempeña como paleador de arena y grava; los tres fueron llevados en calidad de detenidos a Acapulco ante un agente del Ministerio Público Federal, quedando en libertad los dos primeros.

De los dos adolescentes, Ramos Calleja manejaba el camión materialista, afiliado a la CTM, de su padre y se dedicaba en ese día a transportar material del río Cortijos o Barajillas, cuando fue detenido junto con Cortés Martínez (hijo del expresidente municipal Vicente Cortés Rodríguez), quien le hacía compañía por mera amistad.

En ese mismo río también fueron detenidos por la misma causa Andrés Salgado Palomares y Giovanni Ojeda Estrada, de 31 y 30 años respectivamente, a bordo del camión marca Internacional, con placas de circulación 1HZN-374 del estado de Guerrero, propiedad de la casa comercial Construrama de Ometepec.

Los cinco mencionados violaban las normas de protección ecológica y son presuntos delincuentes ambientales, de acuerdo con la legislación vigente.

Animales para comer

Ese mismo sábado 15 de mayo, como parte del mismo operativo que tuvo cinco “filtros”, se detuvo a Jorge Librado Montalván y Rafael Gómez Reinoso, de 22 y 26 años respectivamente, en la comunidad de El Quizá, quienes traían consigo dos armadillos para alimentarse.

Los dos jóvenes fueron llevados a la ciudad de Ometepec y fueron multados por faltas administrativas, decomisándoseles los dos animales acorazados o “cuchitos” por estar en peligro de extinción; ambos individuos quedaron libres.

También se decomisaron varias aves protegidas por la Norma Oficial Mexicana 059, en la que se especifica la protección ambiental de especies mexicanas, de flora y fauna silvestres: dos loros guayabera, un loro cabeza amarilla, un cotorro y una ninfa.

Un vecino de Cuajinicuilapa, de origen amuzgo, también fue detenido por encontrársele en posesión de una iguana, la cual había capturado para alimentarse; el animal le fue decomisado.

Del mismo modo, una vendedora de tamales de iguana fue detenida; la explicación de sus vecinos fue morbosa y especulativa: “vende droga”.

En la zona, el saqueo de huevos de tortuga golfina es tradicional e imparable; sin embargo, no se implementan operativos estrictos para combatirlos, y se trafica con ellos en grandes cantidades, sobre todo hacia la ciudad de México.

Indocumentados y con documentos

El impresionante operativo también sirvió para capturar a 9 indocumentados de origen guatemalteco, según datos recabados por El Faro en uno de los retenes o “filtros”, ubicado en la entrada norte de esta cabecera municipal, cuyo destino era Estados Unidos, destino que habitualmente tienen cientos o miles de indocumentados centroamericanos que anualmente cruzan por este municipio.

De acuerdo con Gloria Campos Aranda, delegada estatal del Instituto Nacional de Migración, los detenidos en este operativo fueron siete guatemaltecos, que viajaban a bordo de un autobús de pasajeros, y fueron repatriados a su país.

En el centro de la población, un joven de origen estadunidense fue detenido en el operativo; sin embargo, después de algunas discusiones, su madre, del mismo origen, consiguió que lo dejaran en libertad; ambos, y una hermana del detenido, viven es esta población desde hace meses.

Algunos ciudadanos criticaron la actuación de los funcionarios, sobre todo porque conocen que siendo ésta una zona costera y de playas soleadas, ciudadanos de diversas nacionalidades llegan a vivir por temporadas o algunos de manera definitiva.

El saldo social

Algunas personas, en conversación con El Faro, opinaron que “si es para bien” este tipo de operativos son de aplaudirse y agradecerse, “pues en Cuaji ya no se aguanta la delincuencia”.

Sin embargo, al hacer un recuento de los hechos que les tocó vivir o enterarse, esta percepción cambia porque la mayoría considera que estos operativos tendrían que ser menos aparatosos e intimidatorios y más específicos, fundados en la investigación, herramienta que, se supone, utilizan o utilizarían cuerpos como la Agencia Federal de Investigación y la Policía Investigadora Ministerial.

Las palabras frecuentes para calificar la actuación de estas corporaciones, a las que se suman la Policía Estatal, la Policía Federal (de Caminos) y la Policía Ecológica, son: autoritarismo, prepotencia, abuso, atropello; en platica con algunos de quienes fueron sometidos a revisión, este medio pudo constatar que terminaron repudiando el operativo, particularmente porque fueron tratados como delincuentes.

Un connotado priísta, por protestar ante los malos tratos fue detenido, esposado, encarcelado y multado.

Y la pregunta obligada que se hacen muchos ciudadanos: ¿Valen lo que cuestan, este tipo de operativos?

Un ciudadano suma: “La renta de un helicóptero de muchos miles de pesos la hora; a eso hay que sumarle lo de las avionetas que sobrevolaron y siguen sobrevolando el pueblo; aparte, alimentos, viáticos, gasolina y otros gastos de los cientos de policías y funcionarios por esos tres días; eso debe salir en mucho dinero, ¿y nada más por unos cuantos animales, por unos cuantos detenidos?”.

A fin de cuentas, queda la percepción de que este tipo de operativos no mejorará la situación delictiva en el municipio, que el objetivo es atemorizar a la población.

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