8 de abril
El pasado lunes 5 de abril se inauguró una exposición fotográfica en el Museo de las culturas afromestizas Vicente Guerrero Saldaña de Cuajinicuilapa.
En esa ocasión, El Faro conversó con el autor sobre las imágenes expuestas. Se transcriben las respuestas del creador a las preguntas del reportero, anotándose las preguntas en caso necesario.
Hugo Arellanes Antonio, 23 años.
¿El título de la exposición?
Emociones y sentimientos, son 25 fotos.
Trata de las emociones y de los sentimientos que puede provocar cada fotografía; si te provoca miedo, soledad, angustia, temor, cosas como esas.
¿Por qué exponer en Cuajinicuilapa?
En primer lugar porque no hay nada que hacer en este pueblo y otra, porque, a veces, con eso, ya, exponiendo, la gente ve tu trabajo y consigues trabajo, ¿no?
Estudié en Oaxaca, en un taller de la escuela de Bellas Artes, hace como cuatro años.
Son fotos que he tomado desde que empecé, desde 2006.
No, ya no he seguido estudiando, ya estoy casado. No da tiempo, hay que mantener a la familia, no da tiempo de estudiar.
Pero sí me dedico a hacer foto, saco dinero de ahí, más que nada cuando hay alguna fiesta a la que voy a tomar fotos, o lo más cuando es el veinte de noviembre, cuando se hacen los desfiles.
Son fotos en formato digital, no trabajo con película porque es más gasto, tienes que comprar rollo, revelado, que es un poquito más caro; en cambio, en digital ya no compras rollo y te ahorras mucho dinero.
Tomo la foto, veo si está oscura o muy clara y si… lo malo es que aquí en Cuaji no hay programas; acostumbro a usar el Photoshop cuando lo tengo a mi alcance. No tengo computadora, tengo que ir al ciber, y ahí bajo los programas que se pueden.
Hay un par de fotografías de desnudo, de un hombre, ¿por qué desnudos?
Porque el desnudo provoca un sentimiento, una emoción, pero te provoca morbo… Yo estoy seguro de lo que soy, pero no se lo pido a cualquiera porque, ya ves, al chavo al que se las tomé es un amigo desde la infancia, hay confianza, pues, y él también se dedica a esto de las artes, es pintor, y él sabe cómo es este ambiente.
¿Y desnudos de mujeres?
Tenía una chava a la que se las iba a tomar, pero al último se arrepintió por eso de que qué va a decir la gente, de que: “Mira dónde está, desnuda y…”, ese tipo de cosas.
Es difícil hacer desnudos aquí porque la gente está con eso de qué va a decir la demás gente.
La gente que ha visto tus fotos, tus amigos, tu familia, ¿qué opinan?
La gente me dice que están bien, que le eche ganas, que no desperdicie el talento.
Te vas a morir de hambre; ¿no te lo dicen?
Mi papá es el que tiene esa idea, que me voy a morir de hambre si me dedico a la fotografía. Antes, yo pintaba y era el tema que siempre me sacaba mi papá: “Deja de hacer eso, me dice, mencióname un pintor que haya salido de pobre y ahora sea rico… pero él se refiere a las personas de aquí, de Cuaji.
¿Tu primera exposición?
Solo, sí es la primera exposición; he expuesto con mis otros compañeros en el D. F., en Oaxaca, una vez en Monterrey.
¿Qué tienes en mente?
Ahorita quiero hacer uno sobre la banditas de Cuaji, poner como los grupitos que se forman en cada barrio.
¿No te comparan con los fotógrafos que toman fotos en cumpleaños, en fiestas y ocasiones así?
No, porque la gente aquí no sabe que soy fotógrafo.
¿Blanco y negro o color?
Ya, es cuestión de gustos, a mí me gusta mucho el color; de hecho, hay dos fotografías en blanco y negro que las tengo también en color pero me gustan más cómo quedaron en blanco y negro.
La exposición va a estar un mes en el Museo.
¿Cómo hiciste para exponer?
Por mi propia cuenta, busqué a los del Museo y les propuse la exposición, y la aceptaron. Ya tenía tiempo que quería hacer algo, y se dio la ocasión.
Quienes han visto la exposición, ¿qué te dicen?
Hasta ahorita, pienso que he tenido suerte porque me han dicho que les gusta la exposición; me he sentido halagado, sí.
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