Aguirre Rivero y Loya Flores vacilan a locatarios de Cuajinicuilapa con el tema de la construcción del mercado
11 de marzo
EDUARDO AÑORVE
CUAJINICUILAPA
Los mandatarios estatal y municipal, primero les dijeron a los locatarios y tianguistas del mercado de Cuajinicuilapa que tomarían en cuenta su opinión y su decisión de permanecer en el mismo sitio luego de que se reconstruyera ese edificio; sin embargo, en el último año, ambos han desdicho y deshecho su compromiso, y hace unos días pusieron la manida “primera piedra” de la construcción de uno nuevo, en las afueras del pueblo; entretanto, han traído a los mercaderes de reunión en reunión, sin tomarlos en serio.
Fotografía: Colocando "la primer piedra".
A favor del mercado, en pro de los mercaderes
En marzo de 2012, en una de sus faraónicas visitas a Ometepec, el gobernador del estado, el ex priísta y ahora perredista Ángel Heladio Aguirre Rivero, comprometió su palabra con los locatarios del mercado de Cuajinicuilapa, ubicado en el centro de esta población, al asegurarles que su gobierno realizaría una remodelación de ese inmueble y no iniciaría la construcción de uno nuevo en la entrada poniente, como pretendía el anterior presidente municipal, Salvador Cruz Castro.
Los comerciantes -locatarios y tianguistas- del mercado, que desde hace años están pugnando porque se reconstruya, se dijeron contentos y agradecidos con la “decisión” de Aguirre Rivero para respetar la voluntad de la mayoría de ellos e invertir recursos del gobierno del estado en la remodelación: “Si ustedes así lo quieren, yo voy a construir el mercado allí mismo, donde se encuentra el otro”, dicen que les dijo.
También, durante su campaña proselitista por conseguir la presidencia municipal de Cuajinicuilapa, el ex perredista y ahora panista Yrineo Loya Flores se comprometió con locatarios y tianguistas a promover la reconstrucción del mercado del centro, toda vez que así respetaría la voluntad de la mayoría de esos comerciantes, la que le expresaron en una visita que les hizo.
La otra propuesta: construcción de un nuevo mercado
Por su parte, el ex presidente ex priísta-panista y ahora perredista Salvador Cruz Castro propuso e intentó construir un nuevo mercado en la entrada poniente de Cuajinicuilapa, con el aval del cabildo -la mayoría de los regidores había amarrado la posesión de un local comercial a cambio de su aprobación-; incluso, en ese momento se informó que el ayuntamiento adquirió cuatro hectáreas con un costo de un millón 200 mil pesos para ese fin, aunque con el cambio de gobierno “se perdieron” tres de ellas.
Y durante el último año de su periodo, en 2012, Cruz Castro, y la gente de ese grupo político afín al gobernador Aguirre Rivero, trabajó por consolidar el proyecto de construcción de un nuevo mercado (en un terreno que dista unos 500 metros de la zona urbanizada), y aunque en varias ocasiones éste declaró que ya había ordenado que se destinaran recursos económicos para esa obra, no siquiera se inició.
Ese proselitismo a favor de la construcción de un mercado incluyó la organización de locatarios y tianguistas afines, que no son mayoría, para legitimar la decisión; la elaboración de un padrón “inflado”, a decir de los mercaderes organizados que pugnan por su reconstrucción; campañas “anónimas” de voceo en bocinas para llamar a que se movilicen los simpatizantes de esta idea; incluyendo el cabildeo con el gobernador del estado y sus personeros.
En los últimos meses: polémica y conflictos
El mes de diciembre pasado el gobierno municipal informó a los mercaderes que por decisión del gobernador el mercado se construiría finalmente en la entrada poniente de Cuajinicuilapa; este anunció causó sorpresa y molestia entre los locatarios y tianguistas, quienes creyeron que ambos gobiernos respetarían su palabra.
Incluso, a través de boletines pagados en la prensa local, el gobierno de Loya Flores aseguró que “...la construcción se había atrasado porque algunos locatarios querían que el mercado continuara frente al zócalo; no obstante, al final los comerciantes y los habitantes decidieron que se construyera en el acceso a Cuajinicuilapa y, [...] como autoridad, respetará la decisión que tomó la mayoría de la población”.
En respuesta, los mercaderes organizados buscaron dialogar con las autoridades municipales y estatales para saber si efectivamente habían cambiado de opinión, en cuyo caso, buscarían convencerlas de lo errado de esa decisión y de los beneficios que tanto ellos como la población mantendrían al sólo reconstruir el mercado del centro (entre otras consecuencias negativas enunciaron: viajar hacia el nuevo mercado implicaría gastar más; en esa zona no se cuenta con servicios como agua, alumbrado público, electricidad, etc.; al estar lejos de la población, el número de asaltos se incrementaría; esa zona es de sembradíos, es inhabitable).
Por otro lado, sobre la presunta consulta a la población para definir la construcción o la reconstrucción del mercado, nunca se conoció bien a bien cuándo, cómo, dónde y con quién se hizo; por su parte, los mercaderes aseguran que nunca se consultó al pueblo, y retaron a Loya Flores a que realizara una, “con todo el pueblo”, y se dijeron dispuestos a acatar sus resultados; en embargo, la autoridad nunca dio señas de haberse enterado de esto.
Estos movimientos de los mercaderes los llevó ante funcionarios del gobierno estatal, de la sub secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, donde se carearon con las autoridades municipales; como resultado, una comisión de aquellos acudió a Cuajinicuilapa, donde se realizó una inspección al inmueble que sería reconstruido y donde se tomó el acuerdo de esta obra, en presencia de la mayoría de los locatarios y tianguistas y de las autoridades municipales.
La minuta que resultó de ese acuerdo fue firmada por Loya Flores, por el síndico procurador y por el secretario del ayuntamiento, Arturo Jiménez Pita y Geovani Marcial Peña, respectivamente; del comité de mercaderes firmaron Rafaela López Chávez, María del Rosario Arroyo Añorve y Azucena Baños Olmedo, presidente, secretaria y tesorera, respectivamente; por el gobierno estatal, de la secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del Gobierno del Estado, José Ramón Tirado Franco, sub secretario, Román Hernández Gómez, director general, y Alejandro Acosta Sánchez, residente regional en Costa Chica.
Contraofensiva del grupo Cruz Castro: llaman a movilizarse por el nuevo mercado
En la actuación del presidente Loya Flores algunos mercaderes vieron su predilección por el proyecto del expresidente Cruz Castro; incluso, aseguraron que es el pago por el apoyo recibido en campaña (aunque el grupo Cruz Castro apoyó abiertamente al candidato del PRD, Alejandro Marín Mendoza, los votos de las secciones que “controlan”, como en el caso de la 1005, favorecieron al neo panista Loya Flores).
A su vez, el grupo promotor del nuevo mercado mandó a poner anuncios en las bocinas para movilizar a los simpatizantes del mismo y a manifestar su voluntad; también visitaron a comerciantes de las cercanías del mercado para prometerles locales en el nuevo a cambio de apoyo; y a culpar por la supuesta cancelación de la obra ante posibles conflictos a los mercaderes, quienes denunciaron: “También le queremos decir a la gente que no se dejen confundir, que las están engañando. Se ha dicho que la obra se va a ir si el mercado no se realiza allá en el lugar que era, y que es puro chisme de que el mercado se queda aquí, donde está. Que no se dejen engañar por esos anuncios, que no se dejen engañar por personas que no son ni del mercado, son personas ajenas al mercado”, resumió uno de ellos.
El mercado va
Así las cosas, a mediados de febrero se iniciaron los trabajos del nuevo mercado.
Esa noticia obligó a los mercaderes a buscar la interlocución con el presidente y con el gobernador para procurar revertir la decisión, además de manifestarse públicamente en la inauguración de la Expo feria Cuaji 2013.
Y entonces los funcionarios estatales y municipales, y algunas autoridades, comenzaron a decirles que no sabían, que le preguntaran a los otros, echándose la bolita entre ellos, e involucraron ahora a Rossana Mora Patiño, secretaria general de gobierno, quien, supuestamente, tendría la última palabra en el asunto.
Sin embargo, el martes 5 de marzo, el gobernador y el presidente pusieron la primera piedra del nuevo mercado; en esa ceremonia, los mercaderes hablaron con el primero y él les dijo que hablaran con el segundo porque ya les tenía una solución, pero al acudir a una reunión convenida para ello, el miércoles 6, Loya Flores no los recibió, al contrario, les cerraron las puertas del edificio del ayuntamiento.
Posteriormente a ello, los regidores presentes les comunicaron que la obra tenía que hacerse porque, de lo contrario, se iría a otro municipio.
A decir de los mercaderes, el gobernador les dijo que si no querían irse al mercado nuevo, ellos podrían quedarse como un pequeño mercado, y que a quienes aceptaran la reubicación se les asignaría un local; también dijo que Loya Flores le aseguró que todos estaban de acuerdo para moverse de sitio, por ello dio la orden de que se construyera el nuevo.
Luego de la fallida reunión con Loya Flores, en conversación con el síndico y otros ediles, los mercaderes propusieron, y aquellos aceptaron, que el cabildo tome un acuerdo y que se protocolice, en el sentido de que quienes decidan no cambiarse de mercado puedan permanecer en el actual sin problemas.
Rafaela López Chávez, representante de ellos, resume esta situación: “Allí también nosotros participamos, porque les dijimos que no confiamos en ellos, definitivamente ya no confiamos en ellos y, ahora sí, en ninguno, porque tanto el gobierno estatal como el gobierno municipal, porque ni tan siquiera fuimos avisados el por qué del cambio, y quizás, con un notario público así tenga más fuerza, más seriedad”.
De todos modos, Loya Flores atiza el conflicto: mercaderes
Pero estos comerciantes no sólo no confían en esos gobiernos, sin ven signos preocupantes, como alerta Abel Marín Mateos: “Lo que está pasando y estamos observando nosotros... y que quede claro que a nosotros no nos van a hacer culpables... Loya está llevando las cosas al extremo. Nosotros hemos sentido ya la agresión de parte del ayuntamiento directa hacia nosotros. Nos querían boicotear la entrevista con el gobernador, personal del ayuntamiento, funcionarios públicos como Leticia Villarreal y Nicolasa López. Y hoy, después de que hablamos con el presidente, sale este panfleto de allí, donde, prácticamente, es contra nosotros, porque lo anduvo repartiendo el administrador del mercado. También nos ha agredido la trabajadora del baño, y hemos puesto en conocimiento al presidente y no hace nada. Y que quede claro que el presidente Loya está empleando esta... estos roces, ya, esto va subiendo de tono. Nosotros no estamos iniciando esto. Nosotros hemos sido respetuosos”.
Y asegura otro de ellos, Roberto Baños Ventura: “Yo creo que el presidente está perdiendo el piso, porque al decirle yo que se olvidó que era pobre, se levanta de la reunión que tenía con nosotros y se salió, y nos dejó allí, botados, porque dice que lo estábamos agrediendo. En ningún momento lo insultamos. Yo creo que mis palabras, si lo ofendieron por una verdad, porque yo le dije que sí, ya estaba perdiendo el piso, que y se había olvidado que era pobre, el señor, y se levantó y se fue”.
“Eso le molestó más, que le recuerden su origen”, terció otro comerciante.
Y concluye, Baños Ventura: “Porque él una vez dijo que se acordaba cuando su mamá vendía nanches, que le daba para sacar lo diario, para la prepa. Ya se le olvidó, por eso le dije yo esas palabras. Ahorita, pues, ya tiene lo suficiente, ya no necesita venir a vender nanches su mamá...”.
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