12 de mayo de 2013
EDUARDO AÑORVE
CUAJINICUILAPA
El tramo de carretera “asfaltada” que va de Maldonado a Buenos Aires, en el municipio de Cuajinicuilapa, termina 650 metros antes del segundo pueblo.
La obra Pavimentación del camino Maldonado-Buenos Aires km 0+000 al 03+500, mpio. Cuajinicuilapa, estuvo a cargo de la Comisión de infraestructura carretera y aeroportuaria del estado de Guerrero (Cicaeg) y se destinaron hacia ella 10 millones 500 mil pesos, por parte del gobierno del estado.
Sin embargo, de acuerdo con información recabada por Trinchera, hubo un sub ejercicio del presupuesto, lo que devino en una mala pavimentación de la vía y en falta de conclusión de las obras de drenaje, por ejemplo.
Por su parte, ciudadanos de ambas comunidades manifestaron su inconformidad y su impotencia “por no tener a quién reclamarle” tantas irregularidades.
La constructora... del hermano del gobernador, y otras irregularidades
Al inicio del tramo en pavimentación, en la salida poniente de Maldonado, se colocó una gran lona donde se asienta que la obra se le adjudicó a la Empresa Ricardo Jesús Ortega Luna; sin embargo, la empresa constructora que trabajó allí se denomina Insumos y Cementos del Sur (Iycs).
En el padrón de proveedores del gobierno del estado de Guerrero aparece Ricardo Jesús Ortega Luna y/o Comercializadora Ormare, cuyo giro comercial son mobiliario y telecomunicaciones, y su domicilio está en Av. Insurgentes no. 80-a, colonia Electricistas, en Chilpancingo.
En la Internet se puede encontrar información de la Auditoría Superior de la Federación, por ejemplo, donde se penaliza a Comercializadora Ormare y/o Ricardo Jesús Ortega Luna por incumplimiento de los contratos CAS/DCC/111/07 y CAS/DCC/111/08.
Y si bien es cierto que por la zona ha aparecido el titular de Cicaeg, el ingeniero Juan Manuel Tinoco, informantes de Trinchera aseguran que “es pura pantalla, el que manda aquí y en todas estas obras de pavimentación es el hermano del gobernador, Mateo Aguirre, él es el dueño”.
Además, que el propietario de la empresa Iycs “es Alfonso Hernández, quien también es dueño de los restaurantes 100% natural de Acapulco y Chilpancingo; pero todo es pantalla, pues, el dueño es Mateo, el patrón es él”, dicen.
Y “el residente de la obra es un ingeniero, Eduardo González Añorve; él ya estuvo en el gobierno del estado pero lo quitaron del cargo por fraude o algo así; ahora lo premiaron con esta obra”.
El camino “pavimentado”
A 650 metros de lo proyectado concluye la obra de pavimentación del camino.
A esa obra, de 3 kilómetros y medio, se destinaron 10 millones 500 mil pesos: 8 millones y medio para la propia pavimentación, y 2 millones para las obras de drenaje de ese camino.
En esos casi 3 kilómetros “pavimentados” no se utilizaron los 29 mil metros cúbicos de material pétreo para el terraplén que se establecen en el proyecto de obra sino sólo 11 mil, por lo que, entre otras consecuencias negativas, el camino quedó muy bajo, a decir de expertos en la materia.
Parte de ese material les fue regalado a los constructores por las comunidades de Maldonado y Buenos Aires, a cambio de trabajos que no cumplieron.
A pesar de esa deficiencia en el terraplén, el camino se petrolizó, es decir, se selló con chapopote; falta que se le agregue el pavimento, aunque se prevé que esto no ha de ocurrir.
En cuanto a las obras de drenaje, ni el puente ni las cunetas ni los bordillos del camino se realizaron de acuerdo con las especificaciones técnicas: en el sitio puede verse que los bordillos no se construyeron, que las cunetas tampoco, excepto en algunos tramos pequeños, y del puente, dicen expertos, la construcción es deficiente.
A un mes y medio de abandonada la obra, en la carretera se encuentran materiales de construcción como arena y grava tirados.
En el entronque de esta carretera con la que se dirige a Tierra Colorada, en la entrada poniente de Maldonado, se edificó un vado, con pésimos diseño y hechura: “El vado está esquineado, está mal hecho”, dice un conocedor.
Otro experto en el tema avisa: “En tiempos de agua la correntada se va a llevar todo esto; está mal hecho”.
Además, a los lados de ese vado se quedaron dos fosas que no se han cerrado.
Afectados, los trabajadores locales
“Mateo Aguirre, que es el dueño de esta constructora, que es a quien el gobernador le dio estas obras, nos está quitando el bocado de la boca; se lleva todo, no le da trabajo a la gente de aquí ni porque se le arrodillen. Aparte, las obras que hacen son de mala calidad, y no hay quien vigile, ni las mismas autoridades de Cuajinicuilapa vigilan, porque aunque la obra la haga el gobierno del estado, la obra se queda aquí”.
La gente, molesta
Al acercarse este reportero al sitio y hacer fotos de estas escenas, la gente pregunta primero por si ya se va a continuar y terminar la carretera; después, sabiendo que este reportero no sabe y anda preguntando quién sabe, la gente se explaya y despotrica contra el gobierno por hacer malas obras y, aparte, dejarlas a medias.
Hace tres o cuatro décadas, “el gobierno les cayó” a los de Buenos Aires, como dice el corrido, buscando a la Mula Bronca/ y también al Macho Prieto, y en represalia porque los pobladores apoyaron a esos “maleantes”, y el Ejército mató a varios bonaerenes.
Ahora, el gobierno vuelve a caerles, y les roba media carretera, pero esto no lo canta corrido alguno.
Una declaración
No hace mucho, Juan Manuel Tinoco declaró, tal vez sin visos místicos, refiriéndose a la labor de Cicaeg: “Hemos llegado a lugares en donde consideran un milagro la construcción de una carretera”.
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