14 de enero
Nazario Toribio Sotelo, presunto sicario, fue acribillado a balazos por elementos del 48 batallón de Infantería del Ejército Mexicano la madrugada del pasado miércoles 13 de enero en la comunidad de San Nicolás, municipio de Cuajinicuilapa, luego de un enfrentamiento con él, cuando buscaban a Nabor Toribio Sotelo, su hermano gemelo, también presunto sicario.
Aproximadamente a la 1:30 de la madrugada del pasado miércoles, un centenar de elementos del Ejército Mexicano montó un operativo en la parte sur de San Nicolás, cateando varios domicilios hasta llegar a la casa del hoy difunto, Nazario Toribio Sotelo.
De acuerdo con versiones recogidas por El Faro, los soldados estarían buscando a Nabor Toribio Sotelo, hermano gemelo del difunto, de 52 años, a quien también se le achacan varios crímenes; sin embargo, no lo encontraron en su casa por encontrarse durmiendo en casa de una querida suya.
Al ingresar los militares a la casa de Nazario Toribio Sotelo, éste comenzó a disparar; incluso, hay versiones que aseguran que su esposa le pidió que se rindiera, contestando él que prefería morir que ser apresado.
En reacción, tomados por sorpresa, los militares se replegarían y responderían también con disparos.
Entre los vecinos de San Nicolás se asegura que Nazario Toribio Sotelo, quien utilizó un “cuerno de chivo” o fusil AK-47, hirió a un soldado que terminaría muerto.
Después de casi una hora de tiroteo entre ambos bandos, la muerte de Nazario Toribio Sotelo, ocurrida dentro de su casa, podría punto final al enfrentamiento.
Posteriormente, en un cateo a otros domicilios, los militares apresarían a Francisco González Fernández, de 54 años de edad, y a Antolín Toribio Bustos, de 21 años; el primero era cuñado del difunto, y el segundo, su sobrino, hijo de Nabor.
Al parecer, ninguno de los dos detenidos participó en el enfrentamiento ni en actividades delictivas cometidas con anterioridad.
Fuentes oficiales informaron que se decomisaron en el operativo tres fusiles AK-47, un fusil AR-15, un rifle calibre 22, una pistola 9 milímetros y otra calibre 32; asimismo, 126 cartuchos calibre .380, 122 cartuchos calibre .22 y 125 cartuchos calibre .223.
Versiones de los vecinos atribuyeron a Carlos Noyola González, alias Calín, la propiedad de este arsenal; uno de los detenidos por el Ejército, Francisco González Fernández, es su tío.
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