5 de enero
Personal de la dirección de Reglamentos y Espectáculos del municipio de Cuajinicuilapa se dedica a hostilizar a comerciantes establecidos, permitiendo, en cambio, que otros informales se apoderen de las banquetas y de los espacios públicos, particularmente del centro.
Un comerciante acusa ante El Faro: “Se dedican nomás a andarnos molestando; aquí vino una señorita, con engaños, a preguntarme mi nombre y cosas así, y yo la encaré y le pregunté que para qué quería esos datos, que hablara claro, que me dijera de donde venía”.
Según este hombre, dueño de un pequeño negocio ubicado en el centro de Cuajinicuilapa, la mujer no tuvo más remedio que aceptar que era empleada de la dirección de Reglamentos pero que no confesó el motivo real para solicitar esos datos.
“Ella me respondió que era para una invitación que el Ayuntamiento me iba a mandar, pero yo le dije que no se anduviera por las ramas: Yo sé que tengo que pagar, que es mi obligación, que debo tener una licencia de funcionamiento, pero, dígame usted si todos [los comerciantes] tienen licencia, a ver, le dije”.
Y reconoce: “De seguro que un día de estos me traen mi requerimiento”.
Otros comerciantes también refieren que una de las dos empleadas de Reglamentos, “las más grande”, “se pasa”, aludiendo a que se comporta de manera agresiva con ellos.
Además, comerciantes establecidos critican que a ellos los persigan, mientras que a los informales que invaden las banquetas se les tolere, y no se refieren a quienes desde hace décadas ocupan las áreas de paso del mercado, de las aceras del centro, sino a los recientes negocios, como uno establecido hace alrededor quince días casi frente al palacio municipal.
“Ya entramos el año y él sigue allí -comenta un comerciante del área del mercado-, y no lo mueven ni le dicen nada, aunque por acá las autoridades hayan dicho que no lo iban a dejar quedarse en esa esquina”.
El zócalo también ya ha comenzado a ser invadido por comerciantes informales.
Por su parte, las autoridades de Reglamentos y Espectáculos se encuentran más preocupadas por encontrar supuestos traidores entre sus filas [acusados de filtrar información a El Faro] que de atender y solucionar estos problemas.
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