26 de enero
Para Betsi
Raudo, mi paso por la radio ometepecense, lector del cuadrante. Y tronó donde este yo, no-adivino-pero-sí-conocedor-de-cómo-se-aquerencia-uno-a-la-chuleta, había proyectado: ante la crítica al poderoso. Al poderoso, el gobernante, al que no se debe tocar ni con el envés de un adjetivo, al que debe embellecerse con finos aromas, de flores de envase para no ofender su delicado olfato con lo agreste de la flora. Chiste, chiste, chiste, lector aburriéndote, que el caso de tanta cultura que abordaremos lo requiere, dado el altísimo nivel cultural y académico del poderoso en cuestión. Por hacer plática, un hombre pregunta a otro: ¿Y la flora y la fauna? El paisano, destantiado pero sin destantiarse, responde al volido: la Flora, a esa la vieron puteando por Marquelia; de la Fauna, de esa sí no se sabe nada… A la mejor hasta se metió de comedianta y anda grabando discos de albures…
El texto que transcribo enseguida es la transcripción de un comentario que hice para que fuese transmitido en el noticiario de Soy Guerrero Ometepec, Notitres, el pasado miércoles. El comentario, grabado, no fue transmitido, ni ese día ni otro, menos se ofrecieron explicaciones sobre el hecho. Lo sospechaba, ahora lo sé: censura, el poder del dinero por encima de la crítica. En fin, que con su pan lo digieran.
“La cultura en el informe de Efrén
“Informó el diputado Efrén Adame sobre su primer año de gobierno, el pasado sábado. ¿Diputado, dije? Perdón, fue un error de boca, y de pensamiento también, tengo que reconocerlo. Estaba calculando cuánto costó al municipio de Ometepec tan ostentoso inicio de campaña… perdón de nuevo… cuánto costó al erario el informe de gobierno del presidente municipal. ¿Un millón de pesos? No lo sé, en lo publicado no se dice cuánto costó este inicio de campaña de Adame Montalván como diputado. ¿Se sabrá algún día? ¿Algún diligente funcionario efrenista soltará el dato? Se sospecha que no, que ¿a quién le importa, mientras regalen las cervezas y traigan al Bertín Gómez?
“Entre todo lo dicho, dijo el candidato Adame que eso que ha hecho hasta ahora no es nada, ‘que se esperen a lo que viene, que no han visto nada, que vendrán más y mejores obras, que transformaremos a Ometepec en una gran ciudad, en el municipio más importante porque Ometepec es la caja de resonancia de la Costa Chica’. No aclaró de qué instrumento es caja de resonancia Ometepec.
“En el discurso del prediputado Efrén no se mencionó la palabra cultura, y esto es significativo: nos encontramos una vez más ante un político analfabestia, como se dice en la jerga política que tanto le agrada a tan exitoso comerciante y tan excelente administrador, masticador de un jodido marxismo universitario. Cultura. En el sitio web del Ayuntamiento de Ometepec puede leerse uno de sus propósitos: Rescataré nuestros usos y costumbres como parte de nuestra identidad, a través de exposiciones literarias, musicales y teatro, así como el apoyo a zonas arqueológicas y visitas a las bellezas naturales en compañía de la gastronomía y la música filarmónica.
“¿Usos y costumbres? ¿Se refiere a la venta de niñas, a la violencia intrafamiliar, al machismo, a la discriminación de los indígenas y negros, de los pobres, y a toda una serie de tonteras que se pretenden como nuestra identidad? ¿Lo hará, lo hizo a través de exposiciones literarias? Antes, ¿qué entiende por exposiciones literarias y musicales? ¿Teatro?, ¿qué eso?, ¿se ha visto por Ometepec? ¿Zonas arqueológicas? ¿Sabrá siquiera qué cultura construyó la antigua Piedra Labrada? Visitas a las bellezas naturales, ¿y a las antinaturales? Además, ¿acompañadas de la gastronomía?, ¿con qué se come eso? ¿Música filarmónica? ¡Diablos!
“Hasta parece que esos propósitos los redactó un retrasado sintáctico. En los hechos, nada de lo prometido al inicio de su administración se materializó. Puros pedos de boca, nada de cultura. Consulto con mi memoria, y con la memoria de algunos de mis amigos, y coincidimos que durante este año de gobierno, el del triunfo histórico de la izquierda en Ometepec, como presumen, no ha ocurrido nada memorable. La biblioteca de esto que llaman ciudad está en ruinas. No hay exposiciones, no hay cine ni teatro ni música ni artes plásticas ni literatura ni cultura popular en la agenda del exitoso comerciante que es Efrén.
“¡Ah! Organizaron una cursi entrega de reconocimientos, como si a los creadores les hiciera falta que los luzcan como fenómenos de feria. No, señores analfabestias que gobiernan, los creadores necesitan espacios, estímulos, apoyos; es decir, dinero, recursos del erario que se utilicen para fomentar la creatividad. Aunque creo que me excedo: el dinero lo necesita el candidato Adame para su próximo peldaño, el de diputado. Claro, no es dinero suyo. Pero, ¿a quién le importa, mientras regalen las cervezas y traigan al Bertín Gómez?”.
Cuando un exachichincle de Bibiano Coronado que se las daba de periodista me invitó a formar parte de un noticiero en esa estación, con la participación de lo más granado de los periodistas locales, me negué por concebir al periodismo de otro modo, no al servicio del dinero de los poderosos. Hace unos meses, un amigo mío me invitó a participar en Notitrés, y me negué por un motivo similar: de los tres periodistas asiduos al programa, dos de ellos –el enano y el güerito– se dedican a defender a sus patrones, hecho que envilece al noticiero. Sin embargo, ante la insistencia y con la idea de ventilar un espacio que debiera ser público –Soy Guerrero Ometepec es emisora pública, es decir, pagada con recursos nuestros– decidí participar haciendo un comentario semanal sobre temas de cultura y afines; incluso, el domingo pasado, a las diez de la mañana se transmitió el primer programa de lo que iba a ser una serie sobre mujeres cantantes, poetas, escritoras, creadoras, titulado Negras del corazón. Primero y último, lector atento. La censura atajó mi presencia en la radio, o cuando menos en esa estación.
Había que cuidar el convenio. Y un convenio con un presidente que quiere ser diputado es algo digno de cuidar, sobre todo en esta época de vacas flacas y precios gordos, donde la chuleta casi vuela de tan alto su precio que es y anda, y vuela, y el dinero de las arcas ometepecenses se utiliza para eso y para más. ¡Mmmmm, chuleta!, dice Homero-El-Amarillo. Chuleta de cerdo y puré de papa. Pero ocultar la verdad no tuerce la realidad, aunque se tenga mucho dinero para pagar medios informativos o crearlos: Por alto que se siente el rey, siempre se sentará sobre su propio culo, dice más o menos un dicho que no recuerdo dónde leí, y que tiene tufo francés. Bueno, en julio del año pasado trataron de comprar todos los ejemplares de El Faro en Ometepec, por aquello del amor en los tiempos del poder, como escribiera Francelia. Y entiendo que quieran comprar ese número, pues, para regalarlos a sus amistades y presumir de la pureza del amor desinteresado que une a la cacica con el cacique.
Voy a anotar, de nuevo, esos versos de Quevedo, el maestro: No he de callar por más que con el dedo,/ ya tocando la boca o ya la frente,/ silencio avises o amenaces miedo.// ¿No ha de haber un espíritu valiente?/ ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?/ ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?// Hoy, sin miedo que, libre, escandalice,/ puede hablar el ingenio, asegurado/ de que mayor poder le atemorice.// En otros siglos pudo ser pecado// severo estudio y la verdad desnuda,// y romper el silencio el bien hablado. Y la chuleta, crujiente, por favor.
(La Esquina de Xipe)
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