miércoles, 20 de enero de 2010

De la multiplicación del estilo

La Esquina de Xipe

El 19 de noviembre de 2006 escribí un reportaje titulado “En condiciones insalubres, el rastro de Cuajinicuilapa”, aparecido en el periódico El Faro de la Costa Chica el 20 de noviembre. Para mi sorpresa, partes de ese reportaje revivieron y fueron publicadas en el periódico Expresión de la Costa, en su número 22, correspondiente a la semana que va del 6 al 13 de enero de este año. Esta nota la firma el ilustre Carlos Torres Morales, fino y distinguido periodista de Cuajinicuilapa que también publica en los prestigiosos Sol de Acapulco y Oriente de Guerrero, entre otros.

Incrédulo como soy, sigo siendo y seré, he estado constatando que mis notas, reportajes y artículos, publicados en distintos periódicos y revistas de Guerrero, han estado reviviendo en los últimos años. ¡Milagro! Una de esas resurrecciones me sorprendió hasta el punto de causarme grande enojo porque el artículo resucitó antes de morir. Hace algunos años, un día martes, o lunes, abrí el Sol de Acapulco y revisé una página que coordinaba el cultísimo Titico Mendoza sobre los negros de su pueblo y me encontré con un artículo cuyo título me gustó, y decidí leerlo.

El artículo se titula “Los tonos del tono”. A medida que leía fui descubriendo que yo también pensaba del mismo modo que la articulista, que yo tenía ideas parecidas y conocía experiencias similares a esa penetrante e inteligente escritora. Entusiasmado con el artículo, llegué a pensar que mi mente estaba trabajando con demasiada rapidez porque se anticipaba a los ideas expuestas allí, y creí que la tramposa de mi mente había leído antes, en ese mismo momento, el artículo y lo había plagiado. Una especie de déjà vu o paramnesia periodística.

Detuve la lectura, ebrio de sorpresa. Cerré el periódico e intenté pensar. Pensé a prisa, pero no llegué a conclusión alguna. Volví a leer el artículo y entonces caí en cuenta que ese texto lo había escrito para el periódico chilpancingueño Trinchera, de aparición semanal, y que debía aparecer el siguiente jueves. Entonces entendí que algún buen alma se adelantó y lo publicó en el Sol de Acapulco, cosa que me agradó mucho porque yo siempre he querido ser famoso y adinerado. Lo único que abolló mi ego fue que mi nombre no aparecía en el texto, sino el de la autora del epígrafe que yo había incluido en él. Y que Titico Mendoza no me dio ni un quinto por ello.

Mi consuelo fue aceptar que mis textos habían alcanzado la categoría de populares y que, como todo creador que se reconoce popular, poco importaba si se me reconocía el crédito o no porque eran leídos y leídos y leídos. Claro que los que hacían negocio o sacaban provecho de esta circunstancia eran otros, los revividores de mis textos, como esbocé antenantito.

Recientemente, en periódicos tan profesionales como el Oriente de Guerrero, el Sol de Acapulco, Novedades de Acapulco y Expresión de la Costa he encontrado retazos o párrafos y hasta notas completas de mi autoría. No sólo firmadas por ese buen hombre que les presta su nombre a otros periodistas demeritados y se hace llamar Carlos Torres Morales, sino también por otros conocidos y desconocidos.

El último ejemplo de una nota revivida casi enteramente en el Sol de Acapulco fue una que titulé “Confían que algún día vuelva el camión de basura, en Cuajinicuilapa”, aparecida en El Faro el mes pasado. En esta ocasión, la firmó un periodista de cuyo nombre no puedo ni quiero acordarme, claro está.

No es fraude ni engaño, de lo que hablo. Más bien, quiero agradecer a todos estos buenos hombres y a todos estos periódicos la multiplicación que se hace de mi trabajo periodístico, que si no me da dinero, sí me da presencia aquí, allá y hasta acullá, porque también se difunde mi estilo, que es difundir mi espíritu. Y eso sí le da lustre a mi ego: hasta aquellos que no me quieren están fecundados por mi estilo.

1 comentario:

Javier Merchan Noyola dijo...

En la vida lograr un estilo propio en el periodismo cuesta y estoy de acuerdo con vos maestro, su autoria es la que vale pero no se quede con el incremento en su ego amigo, busque la manera de editarlos a mayor nivel y vendra despues un pleito entre empresas que se disputan los creditos y en el segundo dribling resultara usted.
Amigo mi mas sincero reconocimiento por lo que hace, yo por aca aunque desfazado lo seguire leyendo.

Fraternalmente

M.C:Javier F. Merchan Noyola

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